martes, 29 de diciembre de 2020

Dídac y la época de euforia de los personajes mágicos y los regalos. Los ojos abiertos grandes, el misterio, el juego que repite una y otra vez el momento emocionante. 

Es feliz. parlanchín, sonriente, sociable a más no poder. Es reflexivo, pensativo, creativo. Es minucioso, detallista, meticuloso en muchos aspectos: sobre todo en lo lingüístico, tiende a estar hiperatento y corregir (mecachis, no puedo decir vamo' ). También en el higiene, aunque como buen niño revoltoso anda zaparrastroso lo que toca estar, no se le escapa lavarse los dientes antes de dormir, y lavarse las manos antes de comer, si Tila lo chupetea o se engrasa, o viene de la calle.. de hecho se lava las manos muchas veces algunos días, y empiezo a ser yo quien le dice que tranquilo, que tenemos defensas, que no se preocupe. El coronavirus y el alcoholito omnipresente deja mella. Es jugueton y conecta intensamente con sus ideas. Se despista frecuentemente de sus sensaciones corporales: papi caca hambre sueño..  No se despista de los mensajes de enfado o cariño, y depende muchísimo su estado de humor de como nos dirigimos a él, tanto hacia bien como hacia mal responde de una manera rapidísima al humor con el que se le trata. En ese sentido es super sensible, y muy cariñoso. 

Le encantan las palabras y me muestra entretenido como es capaz de dar vuelta las palabras separando en sílabas, y cada tanto piensa y me dice alguna que descubre divertida. Ca- fe fe-ca. pes ca do, do pes ca. Lo escritas apenas empieza a llamarle la atención y de vez en cuando inventa trazos, pero aun preferimos esperar. No hay prisa en que memorice nada.

En cambio si nos detenemos a recoger y observar los insectos secos que encontramos, o huesos, u hojas.. Algunas veces le dejamos sacar fotos. EL otro día nos dijo que de mayor quiere trabajar de fotógrafo de plantas y de chino, para poder poner los ojitos así(rasgados) pero poder ver. (ese día hablamos comprado sushi.. )

Hay un aspecto, el de la expresión plástica, en el que me siento orgullosa de haber torcido un rumbo que creo iba hacia la frustración y el bloqueo desde el año pasado o más. Ahora se ha liberado otra vez la energía creativa y se pone a pintar con una gracia, una soltura, unas ganas.. EL otro día en casa de unas amiguitas le escuché que le decía a una de ellas "pero mi mamá dice que los dibujos de los niños tienen un encanto especial". Así es como le explico que yo no lo hago mejor que él, que lo hago diferente pero soy incapaz de dibujar con el encanto que él lo hace. Y es cierto. Las flores, los árboles, las personitas que empieza a pintar, poco a poco, me maravillan. 

Ese es Dídac para mi, unas semanas antes de cumplir 5 años.





Yo cambio

 Amélia bella e inteligente. Sigue los pasos de su hermano en la capacidad lingüística. Madona! 2años y 3 meses:

Ayer al llegar le dije: cuando te despertaste no estaba mami. ¿quien estaba? y me dijo: "papá estaba abajo cocinando". y todo seguidito me pregunta: Y tú, ¿Que tal?

A la nochecita mientras la achuchaba entre toallas para secarla, le empecé a cantar una canción que aprendí hace poco. "Semillla soy, seré una flor... todo cambia, todo cambia." Y en la pausa me mira y con una sonrisa me dice: "yo cambio". Le faltó nomás decir caete de culo mamita.

sábado, 5 de diciembre de 2020

 Acabada la primera -media- semana como mami trabajando fuera de casa (también). Esta vez como psiquiatra  infantil. IBSMIA. Me han puesto en Planta, y aunque he tenido bastante trabajo, alli pude ir marcando los ritmos (a diferencia de las consultas en que hay citas fijas) y tomarme el tiempo que necesité. Aunque la internación tiene suscuestiones singulares, creo que no me costaría adaptarme a esa función, en la que lejos de sentirla como una reclusión, la siento (y por lo que he visto ya puedo decir con seguridad que para los pequeños pacientes también) como un refugio. Ante la adversidad ajena o propia de los que llegan. Tengo un puñado de ideas y se que aflorarían más, pero no se si me podré quedar en ese ambito. Se momento, la titular lelga en unos días y voy a cambiar. Tengo 6 meses de contrato y seré un poco "comodín". A ver cuanto dura y como sigue, no lo se pero no me preocupa mucho. Lo que si es cierto es que querría quedarme en infantojuvenil. Creo que encuentro allí una arista de mi identidad muy potente, que confluye en el mismo nucleo con otras facetas de mi y acaban dandose más sentido entre si.

EL horario no me permite ayudar a los peques a prepararse por la mañana ni ir a buscarlos, auqnue puedo llegar a la misma hora a casa y dormir a Amelia y acompañar a Dídac en su comida-merienda (si no comió en el bosuqe) o en el postre. El resto de día, espcialmente con la oscuridad apareciendo a las 7 de la tarde, se nos hace cortisimo. Limpiar cocina, preparar cena y tuppers del otro día, y dedicarles al menos 1o 2 horas a jugar, además del resto. La casa se nos convierte en un percal cada día.. Ayer sábado, no se si con la "bajada" de tensión de la semana a cuestas, estuve verdaderamente irritable, y tener a los peques pegados a mis tobillos, cuando más necesito un espacio parece que más se me prenden, me ha tenido alterada. Por suerte el paseo familiar a hacer una comprita me relajó. HOy ya me siento mejor, madrugué y voy a ver si consigo hacer algunas cositas pendientes de ordenados, que hace 4 días no consigo abrir. Allá vamos.

pD: ayer en la comida fue la inolvidable escena en la que Didac le dice a Amelia que diga plato, Amelia dice pato, y él le dice pato? cua cuá? y Ameliacon cara circunspecta contesta: no! pato no, pato! y asi un rato largo en la que cada vez nos matamos de risa, hasta que ella se percata y como cambiando el rol a la payasa comienza a decir PATOOOO! y espera la risa,  nos mira, se carcajea, y repite. PAtooo! 

sábado, 28 de noviembre de 2020

Nos fuimos de paseo el sábado a ver la necropolis de Son Real. Vinieron Amanda y sus papis y Edy y Alicia con Auba.  Dïdac encantado también y nosotros de que él salga por un rato de su grupito de amiguetes-dinosaurios jejeje.

Dídac se fascino con que le leyeremos los carteles de la necropolis, le hablaramos de tumbas y guerreros de pueblos antiguos, de esqueletos y arqueologos. Lo que al principio vio él como un laberinto de piedras donde jugar, se llenó luego de eso en algo más grande y miesterioso. Al día siguiente fuimos a la biblioteca y le pidió a NAtalia con gran seriedad libros sobre "arqueogolos" que buscan huesos, y aun más encantado proque todo se suma a su inte´res por los dinosaurios. Estamos estudiando tres lindos libros que se trajo a casa.

Amèlia, encantada con el paseo también. Interesada ya en contar. Se quedó en un momento dado mirando hacia un lado de la necropolis, a upa mio, y señalando dijo ¡El mar!. Yo le señalé hacia el otro lado y le mostré allí también el mar. A lo que me contestó: ¡otro mar! ¡dos mars!

(contando con ternura todo lo que ve.. dos. cuatro, tinco, seis)


Teoría de la evolución de Dídac: los dinosaurios cada vez se fueron más pequeños más pequeños más pequeños y luego ya no hablaron y luego se transformaron en juguetes. 

Es impresionante como se constata (cuando estás atenta) la importancia de la claridad de las "normas", de los límites, de que los peques -en este caso Dídac- pueda anticipar el si un pedido "standar" o habitual va a ser si o no de forma definitiva. Cuando tiene claro el límite no pregunta o pregunta y no rechista o rechista muy poco, en función de lo garnde de su deseo. <pero basta que un día aflojemos ese límite, o peor aun lo traspasemos, para que los días siguientes sean un mar de congoja, de berrinches, de enfado por ese mismo límite, que sabe se puede saltar.

LOs límites que están siempre, que no se mueven, son relativamewnte fáciles de marcar. No pegar, no insultar, parar de jugar cuando alguien se hace daño, respetar si alguien no quiere jugar. No alejarse a doinde no lo veamos o oimos en la calle, etc. Se los suele saltar claro, y cada día hay que insistir e insistir. Pero no genera más desafío que el de la paciencia.

Pero los límites dificiles de marcar (creo que más para el papi de momentos) son los que "a veces si a veces no". Y son dos: Dulces (mermeladas, chocolate, helado, no golosinas) son a la hora del postre ( y en desayuno algunas cosas particulares). Dibujitos son a la hora de la siesta. Golosinas en cumpleaños y en Haloween (o si cae alguno convidado).

Básica y curiosamente, las cosas que hacen daño en exceso, y para las que el cuerpo tiende a pedir el exceso. Es decir, las cosas adictivas, ni más ni menos. Azucar y pantallas. Y la explicación que le damos es sencilla, más no porque lo cuidamos. Pero cuesta. 

La vecina abuela del fondo hace unos días (tras una conversación con Dídac sorprendente, en la que Dídac se interesaba por sus perras, su nombre, si charlaba con el otro vecino Tomeu..) ella le dijo que le daría una chuche cada día que pase.. y ahi tuvo que salir mami agüafiestas a poner freno. Es una función en la que no se pueden repetir muletillas, sino que hay que tener claros los porques. 



jueves, 12 de noviembre de 2020

 Amèlia ya habla. Se puede considerar ese hito porque:

1- Puede repetir absolutamente cualquier frase con bastante acierto.

2- Arma espontaneamente frases largas que en principio son ininteligibles pero acaban con tres o cuatro palabras claves bien conjugadas: a tatala llljk ta quero mia titera! (está fascinada con recortar y recortar)

3- ya se puede escucharla jugar con Dídac diciendo ¿este es tuyo?  o: todo no, uno!!. o: no te caigas! 

4- Pide claramente lo que quiere: mamá ésto está sucio!  -Yo tengo, tu no tienes! - no tengo frio - quero agua, no teno vaso! -  corto pelo caballo! - Eto qué es?- quero bañera! -a dormi a cama!-papi a pasea a calle!


martes, 10 de noviembre de 2020

 A pocos meses de comenzar el colebosque, tanto Amèlia como Dídac estan más que adaptados, contentos y con el mecanismo aceitado. No nos cuesta nada preparanos y subir al coche (el único punto en contra de esta desición de escolarización.. nada es perfecto). Cada uno de ellos va sacando y desarrollando facetas de la personitas que son en este momento. Amèlia empieza a buscarse y acompañarse con una niña un poquito más mayor, Malu, que la sigue y la mima, la acompaña de la mano. Le encanta todo el ceremonial comida, estirar su mantita, abrir sus tuppers.. Dídac, por su parte, se unió al grupo de niños varones, los mayorcitos, que a diferencia del año pasado, se centran en juegos muy físicos y de medir fuerza, de asustar, de "jugar" a veces  incluso con los que no quieren jugar, es decir molestar. >Los gamberritos, en conclusión. Hace unas semanas nos comentó, con sonrisa de travesura,  que habia otro niño más pequeño al que habían estado molestando. Lo comentamos con JOrdi y ese mismo día nos pusimos con calma pero con seriedad a tratar de hacerle ver el malestar ajeno. Es verdad que no se le puede pedir a esta edad una espontanea y completa empatía, que se supone que aun no está desarrollada, pero si podemos ayudarle a que lo visualize, dandole la cosa un poco masticada.. explicandole de forma explicita: imaginate que vienen dos o tres nenes y todos los días te molestan a vos? como te sentitrias..? y con esa sencilla sityuaicón imaginada el ya se da cuenta. Se dio cuenta, de hecho. Se quedaba con los ojos redondos, imaginando. Porque no se la empatía, pero él si sabe que son los sentimientos, y como se sienten. Y no es casualidad quizás, que lo que nos explicaba fuera "pero si yo no juego a el juego que quieren ellos, tengo miedo que.. me peguen a mi." Es la mecánica de los "secuaces", no? 

Al día siguiente de esa charla, nos reunimos con las maestras (nos tocaba), y comentamos el tema. Ese día no había pasado nada similar a lo que, tal cual nos confirmó, habia comentado Dídac sobre diás anteriores.  Y por el contrario, Dídac habia sido excluido ese día del juego de ese grupo, y se había pasado la mayor parte leyendo un cuento con Olivia, un buen rato los dos juntos metidos dentro de una caseta de madera. Al día siguiente ya volvió a fiormar parte y no hay día que no hable de esos niños, de sus juegos y fascinación por los dinosaurios, Y ya un par de semanas después, sigue sin pasar lo de molestar al otro niño, e incluso lo he visto algun día a Dïdac, haciendole cosquillay y estando cerca de él. Es en parte un alivio, no creo que ningun padre o amdre se quede tranquilo con ese arisbo de bullyng. SUpongoq ue es parte de su desarrollo y de una manera especialmente masculina, experimentar todas esas sensaciones,  las posiciones de poder en el grupo,  el afirmars en quien es quien. No creo que haya que preocuparse pero si ocuparse: hablarlo, escucharlo, mostrarle las otroas perspectoivas. Y como no podía faltar, de la mano de este mismo grupito le llegó por primera vez la idea de que hay cosas "de niñas", en este caso los unicornios. Lo misma ectitud tomamos. No insistir en que cambie de idea, pero le contamos otro punto de vista. Con charlas, con cuentos.. del mundo que vivimos.


miércoles, 21 de octubre de 2020


Día dos de experiencia con los colores para Dídac, no resultó como esperaba.
Hace una semana atrás nos pusimos antes de la cena un rato con colores y pinturitas. Amélia, sentada encima del trozo gigante de papel, pintaba todo a su alrededor escogiendo de entre una pequeña montaña de ceras de colores. Dídac, frente a la hoja, comenzó contento a hacer círculos. Después dijo que quería hacer planetas (habíamos estado mirando fotos que la NASA me envió cuando yo era chica, pero esa es otra historia) y tras varios intentos que no lo satisfacían, empezó a frustrarse, a enojarse, y a gritarle a los lápices que eran tontos. De nada sirvió recordarle que pintar es para jugar y todo ese asunto. Él quería lograr algo que su mano no le permitía, y a pesar de que suele reconocer bien los porqués de sus enfados (cosa que lo tranquiliza) esta vez insistía en que estaba enojado con los lápices, y siguió alterado hasta que nos fuimos a dedicar a otra cosa.
Me quedé pensando, primero con la idea de “no pasa nada, no es lo suyo lo gráfico, tiene otras habilidades. Es bastante autoexigente.” Pero no me quedé tranquila, seguí dandole vueltas al asunto. No porque pueda graficar o no lo que tiene en mente, sino porque no deja de exigirse representar algo que no puede. Pienso en mi actitud hacia el tema. Ni yo no otras personas le “corregimos”sus dibujos, no esperamos darle veredictos, pero si es verdad que a veces le pido con ilusión que me dibuje tal o cual cosa incluso viendo que le da pereza hacerlo o que no sale de él.

A los pocos días me puse a leer "Del dibujo infantil a la semiología de la expresión” y me iluminó un poco.. Es el mismo trasfondo que con el juego libre, pero aquí se me ha ido de las manos. Pienso en dejar de pedirle que represente cosas, que fluya. Así que me puse manos a la obra con papel pegado en la pared, y en un momento distendido me puse a pintar yo primero, lineas y puntos de colores, ensimismada, sin pedir nada, sin decir nada. Tanto Amèlia como él se unieron al juego y Dídac hizo unas maravillosas lluvias y nubes de colores sin proponérselo. Mi dibujo lo denominó Dídac “una imaginación”, y con todos esas obras tapadas para un “tachannn sorpresa” quiso él agasajar a su padre. Feliz con el momento pasado. Pasados unos días, quise repetir la operación, pero no salió como esperaba. Dídac quiso “copiar” los círculos verdes que yo hacía, me dijo que no le salía igual, que el mío era más guapo, me pidió que le borrara una parte del suyo... Cuando lo convencí de que era solo “una imaginación” y no podía salir mal, perdió interés y pasó a insistirnos a su papi y a mi que le dibujaramos unos dinosaurios.
Ahora proceso el como seguir para que recupere las ganas de jugar pintando, de no exigirse nada. Lo que quiero no es que sepa dibujar, sino que se anime con el expresar, que se permita la inexactitud. ¿Quizás seguir simplemente así, sin pedir, ofreciéndole el momentito de colores compartidos?

sábado, 17 de octubre de 2020

 El libro que tenía seleccionado ayer para leer era "Del dibujo infantil a la semiología de la expresión"de Arno Stern, y en él pude avanzar suficiente para que brotaran de mi algunas ideas tipo "caídas en la cuenta". Lo tanía de hace tiempo en casa pero lo agarré rpecisamente ayer, porque el día anterior pasó una cosa que me dejó pensando. Les habñia ofrecido a Ddc y Ameli unos papeles grandotes, lápices y crayones para dibujar, sugiriendoles hacer dibujos/cartel de bienvenida para papá. Amèlia sentada arroba del papel, no paraba de garabatear remolinos, cambiando colores y explorando. Daba gusto verla. Dídac se puso en principio con entusiasmo, emepzando por hacer círculos. Después decidió que quería hacer planetas, seleccionó ocn cuidado alguns colores, y luego comenzño a intentar un dibujo que según su criterio, no le salía. Cada vez mñas enfadado, gritaba "lápiz tonto, color tonto!!" y luego de varios intentos se puso a hacer torres tipo pagoda con los lápices. Pero su frustración se trasladó allí y también se enfadó con las torres que se caían. Finalmente me pidió las maderitas de colores para armar torres, con lo que se relajó. Le pregunté por lo de antes, y me djo que se enojaba porque no le salía bien lo que quería. ¿Te enfadas contigo mismo? No!, me dijo, me enojo con los colores y los lápices.

Podía haber dejado la cosa allí, como he pasado otras veces, en las que pienso que sencillamente Dídac no se siente muy atraído por lo gráfico o lo pñástico, y que no pasa nada, que tiene otros gustos y muchas habilidades. Pero esta vez me quedé pensando en que quizás, el tema no reside en un gusto o no gusto por las actividades plásticas, sino que ese medio que aun no domina del todo, que se le hace curioso y sorprendente, algo inmanejable, deja ver más que otros ámbitos lo que tiene que ver con sus autoexigencias y su autoestima. 

Y por ahi me resonaba que venía aquel libro que compré y hojeé hace muchos meses. 

Sin entrar en detalles ni analisis de sus conceptos y sus elaboraciones teóricas, en apenas una hora de lectura saqué varias hermosas conclusiones. Primero, que efectivamente, pintar para un niño no es ni tiene que ser una "habilidad" sino un juego y quizás una forma de expresión. Segundo, que tengo que evitar a toda cosa que se cuelen en mi "apreciación" la idea de que su dibujo tiene que buscar ser una representación de algo, y mucho menos de que esa representación sea fiel a la real. Eso último evidentemente ya no lo hacía, pero si lo primero, muchas veces le he pedido últimamente si no me dibuja tal o cual cosa. Las pocas veces que lo ha hecho me maravilla y no me resistía al pedido, y luego le intentaba demsotrar todo lo que me gustaba, y cuando me decía algo asi como "hazo tu que te sale más bien", le intentaba explicar que el pintar no se trata de bien o mal,  o que es para divertirse, o  que los dibujos de los niños tienen un encanto que yo jamás podré (volver a) alcanzar. Pero todos esos intentos de explicaciones, ya iban tarde. Ya tiene él la exigencia de una representación, que se traduce en frustraciones como la de hace dos días con sus planetas de colores. Quizás a otros niños no les pasa pero a Dídac si. A él, que con dos años y medio se comprenetaba en pintar con sumo detalle, la premisa no se sabe salida de donde de "no pasarse de la raya" le dejó meses y meses de alejamiento del lápiz. Y ahora éste enojo por el "no me sale".

Pero aun estamos a tiempo. Ayer mismoa. la tarde, aparté un poco una mesita de la pared de la habitación, una donde justo pega un poco de luz, y pegué un monton de papeles para pintar. Pusimos potes ocn crayones por todos y nos pusimos. Pero esta vez empecé yo. Agarré un colorcito y empecé contenta a hacer puntitos, puntitos y rayitas, No dije nada, no pedí nada, le mostré como me divertía inventando. Y asi tal cual se puso él, a hacer sus "puntos-gotas de lluvia", sus circulos "nube", sus rayas "relampagos", en otra hioja, un super remolino hecho a toda velocidad con azul. Asi jugando, totalmente se notaba que jugaba, con los colores sin buscar, sin planear, sin juzgarse. Luego le surgió la idea de taparlos para darle una sorpresa a su papá cuando llegara. Y con esa idea me los presentó: el dibujo de Amélia y su lluvia de colores, los suyos, sus nubes y su ciclón, y el mío, al que llamó "una imaginación".






Estos últimos tres días estuvimos en casa sin papá, que por trabajo se tuvo que ir a Canarias. La verdad es que se nos pasaron volando, tan entretenidos como estuvimos. Empezando el día con el trajín mañanero para salir rumbo a Bunyola,  tratando de no olvidar los mil distintos detalles, como ropas de lluvia, servilletas de merienda, tela para comer, pañalito para Amelia.. tratar de salir a buena hora, cargando mochilas por la cuestita hasta el coche. Luego llegar y tener cintura para que Anmelia, acostumbrada a que la lleve su papi, se quede a gusto y me deje marchar. Cada día es una sorpresa. El primer día me dejó solo al cabo de tres horas, y en el medio se largo un chaparrón que hizo que tuvieramos qye poner petos a toda prisa. El segundo día me dejé las mochilas apoyadas en plena cuesta, cerca de donde estaba aparcado mi coche (cpn la intención de recogerlas después de subir a los peques) y alli quedaron.. Amèlia se apiadó y me dejó marchar rápido a buscarlas, y ellos, se quedaron proveídos con la comida y agua que yo llevaba en mi mochila, y que previendo tener que quedaerme, yo había llevado. EL último día, viernes, pude dejar a Amàlia sobre las 10:30hs, me dijo Adiós sonriente y me fui, pero teniendo que recogerlos sobre las 13:30, me fui por el bosque a dar un paseo, meditar, bocetar en mi cuadernos y leer un libro que tenía seleccionado. Otro berenjenal es el regreso, pero le vas agarrabdo la mano. Cada día, también, una sorpresa. Lo que es ritual fijo es la media hora que tienen que quedarse "inspeccionando" mi coche antes de dejarse sujetar a las sillitas. Después, un día se duermen, otro se saltan completamente la siesta. LOs dos días que se durmieron los dos. Como hace una mamá a dejar en casa a dos criaturas dormidas, aparcando entre 50 y 200 metros? despertando al manos a uno de ellos para que camine? Jamás. En mi caso, pasando por delante de casa, bajando al mayorcito al sofá, para luego ir a aparcar y volvwr con la chiquitina a upa. Por si acaso, dejandole un chocolatin al lado de su cabeza, asi si se despierta, se entretiene con el chocolatín los cuatro minutos en que tardo en volver. Pero no pasó, seguía alli bien dormidito, asi que guardé el chocolatín para otra ocasión, pobre.

Ayer a la noche volvió papucho y lo recibimos toodos con mucha alegría.


jueves, 15 de octubre de 2020

Amèlia de dos años.

 Amèlia de dos años. Como eres? (o como te ve tu mami)

Una nena comenzando una etapa en la que comienza a crecer la conciencia de su entorno. Una pequeña con una alegría interior bien instalada, con ganas de contemplar el mundo y a si misma. Una actitud bien característica de Amèlia es ponerse a cantar ensimismada, largas canciones tarareadas (no reconocibles por oídos ajenos) mientras camina o a veces también sentada jugando, o mientras va en la sillita del coche. Ya estas con los oido bien atentos y eres capaz de repetir cualquier tipo de palabra o frase, por larga que sea, cuanto más larga mas encriptada se vuelve la semejanza jjaja. La mayoría de las palabras las pronuncia con bastante acierto o "recortando "la primera sílaba, o algunas pocas veces hay alguna sílaba extra que se cuela. Y otras pocas pero con mucha gracia en las que se nota tu preferencia por la letra T. Así que quedan algo así:

tombero por sombrero

tátano por plátano

tol por sol

taratantana por naranja (antes decías aranja)

téntono por teléfono

un tontón por un montón.

elefante es tatatante.

Curiosamente la tortuga es cucúa.

Nos sorprende un montón ya oirla hablar tanto y con tanto sentido, explicando cosas, respondiendo con atino, mostrandonos todo lo que ya entiende el mundo que la rodea.

Amélia de dos añitos sigue asi de movediza como siempre, potenciado por las ganas de jugar con Dídad e imitar sus movimientos y aceptar sus propuestas de juegos. Cuando están juntos jugando y Dídac viene a decirme algo, acto seguido venís y con la misma actitud corporal y la misma entonación intentas decirme la misma cosa, aunque a veces no sepas ni por asomo de que se trata. Evidentemente da ganas de comersete. ajaj. A Dïdac, lejos de molestarle ésto (coo le pasa a muchos niños) le fascina,y él, a su vez, juega muchas veces a copiarte (para él es un juego, claro, para vos no). Y a veces se dan unas cadenas de imitación y risas que va increcendo y que, sobre todo si es la hora de dar volteretas en la cama antes de ir a dormir, pueden volver un poco locos a mamá y papá. Pero también existen los días en los que Dídac te muestra un álbum de foto o te lee un cuento,, y los dos se pasan un laaargo ratito de hermanos que nos hacen caer las medias de la emoción a tu pa y a mi.

Amèlia bella y tierna, comenzando una fase de protesta, a veces solo de ver algo que la contraría (a mi sentada en la silla que no toca. por ej) se cambia su cara y son mediar palabras se deja caer estirándose y estirando la espalda y contorneándose con un quejido de desasosiego cuando no de desespero.. que no permite upa ni consuelos, a menos que se agudice mucho el ingenio. 

Te gusta jugar en los pozos de tierra que hace Tila, a cuidar a los bebés, a dar vueltas hasta marearte, a plastilina, a armar torres (con los bloque que no son "mayor a menor" podes apilar 10 o mas..) o trenes, o jugar con muñequitos pequeños como playmóviles. Te gustan muchísmo descubrir bichitos, observar cosas diminutas, encastrar cosas, tirar e intentar atajar la pelota. Y saltar con los dos pies juntos, especialmente para bajar escaleras. 

Comenzás a hacer juegos simbólicos. te he visto arrastrar un bloque de madera como si fuera un coche, usar cualquier objeto como teléfono... hacer como si comes alguna comida "de bromas" como dice Dídac,  hacer hablar a algún muñeco(eso de momento no tanto sola, más bien cuando nos ves hacerlo). 

Una chiquina bastante consciente de sus necesidades. Aunque la asombrosa habilidad de control de esfínteres del verano la hemos rebajado (es complicado mantener con el abrigo y los pais no se esfuerzan tanto porque sabe mal que se moje en el cole.. etc), aun suele pedir pipi y hacer caca en el inodoro cuando estamos en casa. Consciente de su hambre, no hace falta insistir para que coma y si nos retrasamos, ya tiene fuerza para abrir la nevera y pispear si hay un plátano. Muy consciente de su sueño, sabe pedir “noni noni noni y cama” cuando quiere, y reír de gusto al estirarse para hacer la siesta. De momento aun con mamá, siempre o en un 99%, con teta y acurrucadas las dos, con mimitos en el pelo. Por la noche, a veces también como sandwichito con Dídac, que del otro lado pasa la manito, y con una canción y a oscuras, más a gustito no puedes estar para conciliar el sueño. Dídac con suerte se queda, pero en general viaja dormido hasta su cama. Amèlia se supone que debería viajar dormida hasta su cuna colecho, pero mayoría de veces ahi te quedas, entre el miedo a perturbarte y nuestro cansancio que impide más movimientos de los imprescindibles... Hace tiempo que no te despertás mas que un vez, o más bien te movés buscando teta, sobre las 6am o así, a veces dos. 

Amèlia toda ternura con su papá, que lo recibe corriendo y con besitos.

Dídac, gracias por ayudarnos a criar esta criaturita, a la que poco tiempo de vida le llevas. Porque esta aprendiendo tanto y en gran parte gracias a vos.

jueves, 1 de octubre de 2020

 Amèlita en sus recién cumplidos 2 años

Cumpleañitos en medio de una pandemia, pero con el privilegio de estar todos bien. HAce dos días comenzó la escuela bosque, y tenemos decidido dejar lo más posible cerrado el círculo de ocntactos entre niños, restringirlo a los niñ"s de la escuela. Ya veremos más adelante al resto, esporlerinos, con los que pasamos la mayor parte del verano. Asi que nos preparamos para pasar el fin de semana, como muchos pasamos ahora habitualmente, en S'Estret. Para cambiar de aire, y porque allí los peques encuentran miles de maravillas. En esta ocasión, una araña cargando miles de arañitas bebe a sus espaldas, una polilla, un agujero de liebre, trincos donde colgarse, caquis maduros... etc etc.

Asi que ibamos con esos planes y material para una tartita de cumple en familia. Al final, se animaron y se sumaron los padris, Jaume, Jadja y el primo Maks a soplar las velitas. HAsta colgamos unas guirnaldas e inflamos globos. Ameèlia se dio el gusto de manotear confites de su torta ya la noche, abrimos unos regalitos: un carrito de llevar bebés (el segundo, el primero se lo había dado Coie unos días antes), un puzzles imantados de animalitos, y para Dídac, regallito por hermano de cumpleañera, una preciosa kalimba. 

Y yo como mamá de la cumpleañera, me quedaré con el recuerdo del paseo por la finca los cuatro, recolectando higos y nueces, mirando bichos, saboreando la tarde juntos.

Dos dias despues, me tomé el día libre (ya casi acabando mis "prácticas" en HUSE) y los acompañé al bosque, para darme el gusto, a riesgo de entorpecer un poco la adaptación de Amélia. Cuando los vi muy a gusto en la tela de leer cuentos, me alejé por dos horitas (aprovechando a ir a charlotear con Carol), y al volver, los dos estaban jugando. Dídac como siempre con energía e involucrado en juegos de representación con otros amigos. A vos Amèlia, te encontré también jugando, cerca de otros nenitos, contenta, risueña, y al verme te acercaste a abrazarme sin perder la sonrisa, mostrandome cosas que tenías en la mano y al final, pidiendome tetita. Bella, despeinada, cara sucia, ágil, dicharachera, juguetona, cariñosa. Asi era la Amèlia de ese día con sus recién cumplidos dos años.

domingo, 30 de agosto de 2020

Con dos amiguitas en casa, Dídac sale corriendo para el patio con un grito cavernicola de guerra. diciendo: a montaaaar puzzleeeeeeesssss!!!!

sábado, 22 de agosto de 2020

Dídac frases célebres

Mamá, vos me querés hasta la luna y las estrellas, y yo te quiero hasta el sol... no! hasta la sombra! y el cielo.

Biciclón! mamáaaa, voy en bicilceta ciclón, un biciclón!

Y otra es cuando viene con el muñeco de Aladín y su lámpara de casa de la Coie. Para él es: "el señor con la cafetera mágica de la que sale el mounstro azul concacra de malo". Cuando le explico que es un genio al que puede pedirle tres deseos, le pregunto cuales pediría. 
Sus deseos con 4 años son:
1, comer todo lo dulce y helados que quiera siempre
2, que nunca más me piquee una avispa
el 3 no se le ocurría.


martes, 18 de agosto de 2020

Dídac, 4 años y medio. Las letras para más adelante

Dídac y las letras. 


De vez en cunado aprovecho la ocasión para comentarle el nombre de alguna letra, o preguntarle alguna que ya sabe. En realidad, solo se sabe la O. Por ahora siempre le pregunto esa. A veces jugamos a "acomodar" sílabas en al aire", cambiando las palabras al alternar el orden, como PO SA - SA PO, JA PO NES; ES PON JA. y cosas así. En realidad, yo se lo hago ver y el se ríe, pero creo que aun no lo acaba de ver claro. Las rimas, en cambio, le fascinan, y si las comenta espontáneamente. (Adeu Tomeuu! Ay mamá mira, Adeu Tomeu rima!) y también son sorprendentes los juegos de palabras que se inventa de vez en cuando (Mamáaaa voy en un biciclón.. una bicicleta ciclón!)

Pero poco muy poco tiempo dedico y quiero dedicar de momento a ese asunto de las letras escritas con Dídac. Primero porque aun no le ha despertado interés suficiente, segundo porque creo que aun es muy pequeño y que hay unas habilidades previas que me gustaría estén más sólidamente arraigadas.

Aunque intuyo que hay más, pienso en estas dos a las que prefiero dedicarle todo el tiempo que pueda:

La primera: Así como es de inquieto, puede pasarse fácilmente una hora escuchándome leerle, sin o con apenas algún dibujo en el libro. Escucha la lectura e imagina lo que sucede, y si me detengo o hay un momento de intriga, enseguida me pregunta que pasó. En esos momentos está no solo concentrado, está captado, imbuido, realmente involucrado con sus imágenes mentales. Ahí están esas representaciones, surcando en su cabeza sin que él lo perciba ni se esfuerce en ello.

La segunda, es reflexionar sobre situaciones que vivimos. Parece una tontería, pero que él construya el relato y me lo transmita, o bien consiga entender la situación de una manera "abstracta" ayuda a su cabecita a entender el mundo, por un lado, y entender, aun sin darse realmente cuenta, algo vital: que es que lo que nos pasa y como nos sentimos es una perspectiva, un punto de vista, una mera construcción personal de lo que pasa ahí afuera. Y para ilustrar esta estrafalaria (o no) idea, voy a contar una pequeña anécdota.

Pasó a partir de una ducha conjunta. Primero le tocaba a Amelia y una vez afuera ella, le ta Dídac. Desde abajo del agua lo llamé varias veces y él, entretenido con no se que cosa del baño, no se daba por aludido. Después de varias veces le pregunté ¿te vas a querer duchar o no? Y él sin decir nada salió por la puerta. Así que dándome por vencida salí, me sequé, me vestí y me fui. Por el camino me encontré con Dídac que volvía con tres juguetitos en la mano que al verme se puso a gritar… no!!! traigo juguetes para la ducha! - le dije que OK, que lo ayudaba desde afuera. Pero no aceptó la oferta. De golpe alterado, se puso a exigirme a los gritos (por suerte no es tan frecuente ya este tipo de arrebatos) que me metiera de nuevo en la ducha. Le expliqué que estaba cansada, pero que lo ayudaba. Y así, en bucle, cada vez él más enfadado y cada vez más autoritario. Á apareció ese momento en que (según fuimos aprendimos en estos años) se puede sentir la tensión y la emoción, en mi caso, a la altura del ombligo y como va subiendo hacia la garganta. Y el detectarlo es un aviso útil de que hay que conseguir otro tono de comunicación y así comienza un trabajo inverso de rebajar la tensión propia, antes que nada… Pero eso no es lo que quiero comentar, sino el como agarré a ese niño de 4 años que gritaba, le hice upa y me lo puse en modo cunita sobre mi en la cama y le dije que veía que estaba muy triste. Dejó de gritar y se puso a llorar compungido, con una pena verdadera. Lo acaricié, lo mimé largo rato. Recién cuando estuvo calmado, le expliqué, otra vez pero con otro tono, que estaba muy cansada para volver a ducharme. Y que no es que no quisiera bañarme con él sino que lo había llamado, y esperado, y como él no había contestado yo interpreté que no quería bañarse. Que me tendría que haber avisado. Después, acordamos que lo ayudaría a bañarse quedándome afuera, pero después de cenar. Y en el interín se quedó dormido. Pero aquí no termina la cosa. El tema importante viene al día siguiente, cuando estábamos a punto de irnos de la finca. Mientras su papá cerraba puertas y apagaba alarmas, yo recogí unos cuantos higos en un pote. Dídac me lo pidió, ya sentado en su sillita del coche, y se lo dí mientras acababa de recoger cuatro cosas que quedaban. Luego ya nos dispusimos a partir y Dídac me muestra el pote, vacío. Ooooh, le dije, yo quería al menos uno. - Me miró y me dijo tranquilo- Ah, no sabía. Y un minuto después - Estas enfadada? - No, le dije, porque no te había avisado. Y chimp! La lamparita de las ideas se le prendió al pequeño y me dijo: Claro mamá, pasó igual que ayer, como yo no te había avisado, tu no sabías. Ahora como no me habías avisado, yo no sabía. Así que no nos enfadamos. La próxima te voy a guardar higos.

Conclusión: transpolando ideas a situaciones distintas, manipula representaciones en su cabeza. Veo en todo lo dicho la práctica de la habilidad de capacidad de simbolizar, de manipular ideas y abstraerlas del plano concreto del hecho y de la persona. Pasó ayer así, a tí, pero pasa hoy asa, a mi,. Perspectivas diferentes de lo mismo, cosa que parece fácil pero no lo es, aun para muchos adultos. Y eso creo es más interesante para su desarrollo, que el recordar el sonido que representa un símbolo. No son cosas contrapuestos, seguro, pero para mi gusto y una energía mía que no es infinita, ya habrá tiempo más adelante para aquellos redondeles y palitos.


Amélia 23 meses.

Amélia 23 meses.
Esfinteres. Lleva todo el verano haciendo todas sus caquitas en el inodoro y mayoría de pises. Como mucho 2 veces ha hecho en el pañal si es que lo llevaba puesto. Si está desnudita o en calzoncillo, como la tenemos siempre en casa, no falla. A veces dice pipi, pero muchas otras se va diercto al baño solito, y la encuentro subida allí en su faena. Se tiene aprendido el ritual. Se saca lo que tenga puesto, se sube, me pide el papel y se limpia (como puede) después aprieta el botón y se va a lavar las manos o bien directamente a la bañera. Se mete, pide que le saque la ropa después de intentarlo (a quitaa a quitaa), abre el grifo...

COmo esa, se sabe y disfruta de muchas "rutinas" e imita muchos gestos (inflar globos o manguitos de bañarse, doblar toallas, tender la ropa (lo consigue en el tendedero bajito), barrer y obviamente toso lo que es juego funcional (no se si lo habia escrito ya, porque eso lleva muchos meses):
-arrastar coches y trencitos
-hacer garabatos
-manipular cosas de la cocib¡nita (de juguete y de verdad)
-hacer torres, le he visto apialr unos cuatro cubos sin problemas
-encastrar piecitas
-puzzles de dos piezas perfecto, tengo q hacerle algunos mas intermedios, porque armamos otros grandes pero con ayuda
- y ahora loq ue explota el último mes o dos, el juego de mamás y bebés (y papás, proque Dídac participa con un monton de ganas), acunar, poner a dormir, tapar, llevar en carrito o querer  engancharsela como mochila, sentarlas en sillas.. tenermos tres bebitas que estan a la orden del día. No se si es nuestra impresion, epro asi como Dídac se enficaba mas en los peluches (teniemos la bebé grande desde sus dos años, las demás son nuevas) Amelia tiene preferencia por las bebes. Y también por los humanos, se para y se acerca a ver si pasa alguna por ahi, me dice bebé, bebé y mi tira de la mano para ir a verlo, con cara de embelezada. Instinto, verdad?


Alimentación: Le encantan las rutinas de la mesa. COme perfrcto con el tenedor, pinchando. Pide cuchillo e intenta cortar cosas. Agarra la botella de agua, la grande y de cristal, y se sirve agua sin volcar, la vuelve a dejar ( y si la dejamos repita la operación vafrias veces). A veces come con la mano haciendo pinza, agarrando cosas pequeñas como guisantes. Come de todo, pero según el día rpefiere tal o cual cosa. Como solía hacer Didac. Lo que ha descubierto es el chocolate y el helado.. o sea, tatate y elat, y ya no le pasa desapercibida la hora del postre. Por suerte, hace tiempo gestionamos -creo que bien- el tema de los dulces, reconduciendolo y reduciendolo al postre después de comer. Salvo excepciones, no hay dulce fuera de esa hora, descontando la mermelada del pan del desayuno (para Dídac, Amelia si pesca solo chupa la mermelada, asi que en general no le damos). COn Didace estuvimos unos meses con trocito de choco negro en sumbmarino, y le gustaba tantisimo que lo hacia durar un monton, haciendo una especie de ritual: un movimiento de los dedos como circular, chupando alternativamente cada lado del chocolate con la boca, mientras hacia un ruidito.. m - m - m. VAya con los rasgos obse, jejej, Pero curiosamente, poco a poco se fue olvidando del choco y la no lo pide por las mañanas. E>n el postre si, porque ahi nos recreamos un poco. Creoq ue sale a cuenta. También tengo q reconocer que en momentos dificiles lo hemos usado de premio-castigo, sobre todo yo, pero ya lo estoy superando :P.

Sigo con Amèlia.
Lenguaje: mama aquitoyy.. mama quero agua...  Explosión de imitación, repite muy bien las palabras, sobre todo las sílabas finales. Ayer practicamos los colores, que no me habia yo detenido mucho a mostrarle, y los va captando. Por ahora creo que se ha quedado con el VERMELL. Y lo más bonito de AMeli, compone sus canciones, jejej. CAnta, canturrea, ensimismada, jugando o sentada, o caminando distraída con cara de Dont worry be happy.

A nivel psicomotriz, una crack. COnsigue trepar a donde sea. También a nuestra espalda en desprevenidos caballitos. Baja escaleras con un pie (todavía no alternando) pero con mucha confianza. La dejamos subir y bajar sola en casa sin preocuparnos. SI estoy al lado, me da la mano pero para bajar haciendo alguna pirueta: bajar saltando con los dos pies, patinando por el borde del escalon.. vaya a saber que otras ideas de la saltarina.

A nivel de socialización, si que notamos que está más abierta, más interesada en otros niños o niñas, y si que snotamos un cambio desde el post confinamiento en junio-julio, que parecía mucho más "precavida"y quietecita en la calle. Se quedaba en el carro observandolo todo. Ahora -ya casi no llevamos el carrito si no es imprescindible- se alegra un monton de ver otros peques, se suma o los sigue a donde va la pandilla. Este finde con Nala y Luna iba fascinada.. corriendo o haciendose correr, le decia ..Luna!! corre corre! a pilla! ( que la alcance) y se dejaba hacer upa por ella encantada.  Otro amiguito adorado es Dario. En ambos casos el cariño es mutuo, Amèlia les inspira mucha ternura y la tienen bien mimada.

Y por casa, tampoco le falta mimo con su hermano. Dídac juega ya con ella muchisimo. Es cariñoso con ella y lejos de querer diferenciarse o distanciarse,  se reparte en dos actitudes, sobre todo estos ultimos dos meses: 1- emularla, hacerse el bebé, competir con ella por los upas y las atenciones, sobre todo en horas clave: lo cual nos lleva muchas veces a tener unos apretujones de críos trepandonos por la espalda o las rodillas cuando intentemos cenar, por ejemplo. Tiende también, supongo que como todo niño de 4 años, a qyueres precisamente el objeto que ella acaba de agarrar.. y como le ha aprendido que tiene que intentar cambiarselo, a veces le encaja alguna cosa y le arrebata la otra, o con una sonrisita falsa le dice tomaa tomaaa! ajajaja COnsigue muchas veces esperar a que se canse, o a veces ocnsigo yo que cambie de idea de él. La otra, 2, la actitud q intentamos fomentar y reforzar pero de momento no es la que surge más espontanea, es la que ve que ella lo imita a él y le divierte. A veces solo lo usa para jugar, otras para explicarle y mostrarle cosas.

Amèlia y Dídac, si todo va bien empezaran dentro de 20 dias juntos en Ses Milanes, la escuela bosque. Nos supone un gran esfuerzo económico, pero creemos que vale la pena. SI antes pensabamos q era bueno para su salur y desarrollo, ahora se nos agrega el factor covid, que nos refierza la idea. No solo por prevención, sino porque las medidas que parece se van a tomar en las escuelas, promueve aun mas que antes el sedentarismo, la reclusión en aulas.






viernes, 10 de julio de 2020

Amèlia nos tiene locas de contento, con su simpátca incursión en el lenguaje adulto. Ahora se le da por decir frases aprendidas todo de corrido, de manera que suenan así aquitooiiii!!! queroaaguuua! nonoaquinoaquiii.. y otras frases más encriptadas del tipo "tititatae tetipatapa ichito."

Cómo los hecho de menos por las mañanas ahora que empecé a trabajar en las tan esperadas prácticas" de reconocimiento de título. Pero todo se acomodó muy bien en este momento verano tan particular: Dídac está feliz yendo a el ecoverano de Ses Milanes, va y viene con Dario los dos exultantes. Y Amèlia pasa mañanas tranquilas con papá todo para él, y de vez en cuando tía o tío. Mientras en otra partes del mundo el tema COVID está en su pico, aquí parece estar casi silencioso, auqnue las medidas de prevención se volvieron la moneda corriente.

Por su parte, Dídac se ve interrogado ya por cuestiones exitenciales, que nos transmite con preguntas repentinas que no te dejan escapatoria. Mamá.. ¿ustedes cuando van a ser viejitos?  - cuando queda el esqueleto solo ¿se puede mover?  - yo no quiero morirme nunca - mamá, yo cuando crezca no quiero irme de casa como Ti Ti Piu que se fue del nido, me quiero quedar siempre con vos y si nos mudamos que vengas conmigo.
Y vamos probando respuestas, en las que intentamos ser honestos y tratar de retratarle lo bello con justicia, lo efímero con delicadeza, lo desconocido con respeto y alegría. Que poco sabemos para contestar estas preguntas y las que vendrán. Por algún motivo, no se me antoja fácil hablarle del cielo, aunque en la retórica de los misterios  de mi infancia el cielo estuvo siempre presente y de verdad me parece precioso, con todo eso de celestial y dorado, con seres alados, con estrellas que están acompañando eternas, brillando, omnipresentes.

Pero por algún motivo, al menos por ahora, es la Tierra quien surge de mis entrañas para hablarle a mis hijos del paso del tiempo y del tiempo después de la muerte. Él ve los cuerpos de animales y hojas muertas desintegrarse en la tierra, pasar a formar parte de su cuerpo y volverlo más fértil. Y ve en la tierra las semillas brotar, las plantas crecer. Es un ciclo tan cercano, tan vivo, tan simple, que puede, y puedo yo, visualizarlo tangible, palpable, una innegable realidad pero aun así no exenta de misterios.

miércoles, 10 de junio de 2020

Cuando él juega, es difícil conectar. Está ensimismado, parece en una dimensión paralela. Y el tema es que él, con 4 años, siempre está jugando.

Intentar seguir un objetivo entraña considerable dificultad. Sea el que sea. Lavar dientes, salir para hacer alguna gestión con un horario concreto, o incluso salir a jugar. Los adultos vamos dando cada paso con un objetivo concreto. Ponemos un calcetín, para después poner un zapato, para después tener listo al niño y poner algunas cosas en la mochila, chequear que está todo, y así ya listas ir a hacer el pis antes de salir y después poder poner el casco, agarrar la bici, mirar de no olvidar el móvil, cerrar la puerta con llave e ir caminando hacia nuestro destino final, entre otra multitud de detalles que se van encadenando mientras seguimos el hilo que acciones que nos llevan a hacer lo que tenemos planeado. Pero para él, con sus cuatro años, es distinto. Para él, cada paso es un objetivo en si mismo. Poner un calcetín es el juego de no dejárselo poner (hasta que le digo: entonces no te ayudo? Te lo ponés solo?). Pedir que se ponga los zapatos se convierte en el juego de ponérselos en las manos y caminar simulando que es una tortuga (hasta que le digo, entonces, nos quedamos acá a jugar a las tortugas?), mientras juntamos las cosas que necesitamos llevar, encuentra por ejemplo el juego de muñecos de dinosaurios que hablan entre sí discutiendo con energía y se rehusan a encaminarse al baño a hacer el pis con Dídac. Para cuando llegamos, el baño le ofrece innumerables oportunidades, entre las cuales pasar agua por el espejo y hacer caras raras es la elegida. Después de logrado finalizar y secar y cuando no cambiar otra vez la camiseta, la bici parece quedarse andando en el living un ratito bien largo. Y aun al salir, el trayecto hasta el lugar elegido está interceptado por el portal de la vecina a la que saludar, las bolitas naranjas de la planta que recoger, la alcantarilla por las que algo había que tirar. Mientras yo voy con mi cabeza de pastora ensimismada viendo el final del camino, él ha vivido infinitas historias, con plena conciencia y con inmenso gozo. Amèlia, por supuesto, le sigue los pasos, siempre cantando y riendo. 

Parece la meca del mindfuness, del estado pleno,  como un camino que se recorre a la inversa, empezandose lleno de esa extraña sabiduría del saber vivir, que se va perdiendo con el tiempo. Y menos mal que es así, porquesi pienso en adultos que solo vean delante de sí el juego que les atrae y se despreocupen totalmente del estado de necesidad ajena, no creo que sea un adulto con espiritu de niño, sino un ser egoista y egocentrico. Menos mal que la mayoría de nosotros abrimos la mente y auqnue sufrimos un poco más, el bien común se torna relevante. Pero en la infancia no, no les podemos pedir eso. Que disfruten y que vivan su precioso minuto a minuto.

domingo, 31 de mayo de 2020

Desde que Dídac tenía 1 año o por ahi, tenemos en casa una muñeca en forma de bebé, además de los muchos peluches. Y aunque él ha jugado con ella algunas veces, es evidente que Amèlia muestra más interés, más frecuente y sostenido, que lo que él mostraba a su edad. Dídac tuvo fases largas de interés por los trenes, por los demonis, por los bailes folckloricos y las faldas bamboleantes de las pagesas, por los reyes magos, y últimamente está fascinado con Totoro y los duentes de polvo. El interés maternal de Amèlia hacia los bebés le despierta sin embargo, un renovado interés a él y veo que los juegos con temática de cuidados, se alargan. Largo rato pasaron el otro día vistiéndolas, bañándolas y él solito, concentrado, peinándola y pintándola con un rimel mío (pucha). La cuestión bonita que me planteo es que quizás me va a facilitar la presencia de Amèlia educar a Dídac en el feminismo. Educarla a ella, lo doy por descontado, pero a él, a él, es lo que creo que es realmente importante hacer. Facilitar quizás no es la palabra exacta, podría decir mejor: sembrar el camino de oportunidades. Pero con niña o sin niña, creo que es esencialpara ell feminismo no dejar fuera a los de sexo masculino. Criar con ideas feministas, para mi... cuándo? donde?
En el ejemplo, claro, en tratarlos a ambos igual, con los mismos calificativos cuando toque, en repartirles las tareas domésticas de igual manera, en ofrecerles la posibilidad de hacer igual deporte o hobbies o juguetes sencillamente según sus gustos y con poca carga de "género" por su género per se.
En la selección de cuentos, de historias, de películas. Huyo de las pelis que muestren superheroínas, aunque me gusta eso de hacerles sentir valientes y eso de que las chicas nos podemos arreglar solas, no creo que deba mostrarles que el valor de la mujer tenga que ver (solo) con que es capaz de realizar tareas y cumplir metas igual que los hombres, con sus éxitos, o con ocupar sin problema roles que típicamente fueron destinados a ellos. Creo que vale la pena mostrarles por el contrario que las tareas tipicamente femeninas son tan o más valiosas, incluso esenciales: cuidar, conciliar, acompañar, criar, enseñar, higienizar. Para eso no hace falta habilidades ultraterrenas de heroes ni heroínas, pero si muchísimas habilidades (que ¿puede que por algún motivo biológico se les de menos bien a los niños varones?) Hace falta paciencia, empatía, serenidad, creatividad, inteligencia, destreza manual. Cosas que pienso se pueden hacer crecer ¿por qué no?, ayudar a madurar en ellos ( y ellas, por supuesto) primero que nada prestándoles un poco de todo eso, de lo nuestro, cuando aún no lo tienen, y luego acompañandolo y observándolo con lupa cuando va germinando, haciéndoselos notar y sobre todo, digo yo, seleccionando bien el material donde va a enfocar su atención, su energía curiosa de mundo exterior. Porque claro... a medida que crecen, no nos ven solo a nosotros su mami y su papi. Y todo les queda, todo se les graba, todo les interroga.
Nosotros nos planteamos como prioridad, no adelantarle las etapas, no exigir más de sí a esas habilidades que germinan. No ofrecerle juguetes, películas, cuentos, que le muestren ritmos o historias que aun le son demasiado ajenas. Dentro de lo posible, que los mundos de fantasía que les contamos, que les dejamos oir, enriquezcan eso que de por sí ya crece en ellos y mucho mejor si ensalzan esas habilidades de las que hablaba. Lo demás, a cuentagotas.
Por poner un ejemplo, preferimos Totoro, con una niña que ayuda a su papá a cuidar a su hermanita, que Frozen, que aun siendo una historia bella y feminista, está metida en una trama de engaños, traiciones, amenazas, intentos de homicidio, amores a primera vista y matrimonios, además de poderes extraterrenos y como no podía ser de otra manera, títulos nobiliarios (cosa difícil de explicar a un niño si las hay). Y sobre todo, antes que los cientos de cosas tipo Lady Bag, luchas luchas luchas.



miércoles, 13 de mayo de 2020

Amèlia/Dídac mayo2020
Comidas favoritas (excluyendo dulces): gambas / dulces.. bueno, quizás el arroz.
Actividad favorita: botiboti/botiboti también quizás pintar y sentarse en el inodoro/mojar a Tila con la manguera.
Personaje favorito: ranas (las identifica en todas partes)/Totoro.
Momento del día más gratificante: bañarse/desayuno y postre
Descubrimientos recientes: Andar sin pañal/inventarse excusas fantásticas como que los mounstros se  han comido las galletas y le han pegoteado la cara co migas.
Momento del día menos gratificante: impedimentos para treparse a algún sitio/quedarse sentado para comer, ponerse ropa
Mejores hábtis adquiridos: lavarse dientes mañana y noche
Habitos que nos cuesta adquirir: ponerse pijamas

Hermoso momento en que Dídac revolviendo un cajón de esos donde van a parar todo tipo de trastos, me trae una muñequita de cerámica representando una bailarina de sevillanas muy caricaturizada, muy gordita y con dos tetotas, de ojos saltones, morena y con el pelo recogido hacia atrás, con su rulo en la frente. No está hecha para parecer seductora. Me dijo, mirá mamá, encontré esta princesita. Ahh, si, no sabía que estaba ahi- solo eso le contesté. Se la quedó mirando y para si mismo dijo: que guaaaapa. Y a mi me invadió una cosa bella en la barriga comprobando que él no está invadido por ideas preconcebidas, por canones de belleza de delgadez y pelo rubio. Y tanto interés le despertó ese objeto reencontrado (que recordaba bien haber ganado en un "pongo" a principios de año) que terminé explicandole que era una sevillana, Sevilla, cantadores y poniendole a ambos un vestido ( asu pedido, porque gira más que la ropa del bailarin, desde ya) y una flor roja en el pelo con las que bailaron siguiendo un ilustrativo video de la feria de abril, mientras yo hacía el arroz.
Días caoticos que los hay los hay. Esos donde uno pierde la paciencia sin remedio, días en que hay que mirar un trozo de cielo y substraernos de lo que está ocurriendo para buscar otra vez nuestro centro. Esos que comienzan con un niño embarrando todo con la manguera, que cae por todo menos en la piscinita, un perro que te salpica y amenza con sus saltos a aplastarte un hijo (o al menos eso imagino en aquel instante), pero que se resiste a quedarse "del otro lado" del patio, rompiendo la vieja barrerita de madera por la mitad de un empellón, y que continúa con una avispa clavando el aguijón a la pequeña, para luego seguir, al estar más calmados todos en el sofa, con los dos indígenas saltando por arriba del respaldo del sofá, uno venía empapado asi que asi quedó, desnudito luego de deshacerse de su ropa, y resistiendose a los calzoncillos se me trepa por el hombro y salta, hacia atrás, sobre el respaldo una y otra vez, aterrizando en la desordenada montaña de cosas que se acumulan allí, y ella queriendo seguir el juego se me sube también, se me saltan las gafas y me tiran del pelo. Luego se dan un cabezaso, llantos, pisotones y la comida que espera por hacerse, apenas son las dos de la tarde.
Amèlia cumple 20 meses y toca, como hice con Dïdac, hacer su lista de palabras. Tengo machete, porque fui anotando en su cuadernito, pero creoq ue me dejo unas cuantas. Me ahorro las graciosas diferencias fonéticas de su lenguaje de bebé, pero se sobrentiende que no las dice tal cual, sino a su manera bebé.. rana se dice un tierno dana, por supuesto.
papá, mamáaaaaaaaaaaaa, Dídac (kika!), Tila, piii. teta, upa
pie, mano, dit, coco, ojo,
tintín- calcetín, aton pantalón, illillo calzoncillo
caca, pipi, moco
hola, adios,
éste, allá, aqui, otro
notecaigas! caiguis! caeee! vinee (ven), meam ( a ver), tanca (cierra) arriba, pupa (lastimado), cama, noninoni, ñamñam, tapa, bolita, mantita, cuchara, cuchillo.
planta, popom-jabón, pumo-espuma, ieie´bebé, nene, intana-ventana, silla, titito-zapato
rana, mono, mee, gallina, piu piu, miau,  uau uau, cuc, bichito, buho, caracol, lleó, ititos pajaritos.
pan, sopita, patata, naranja, gamba (le encantan), ou, lleteta, eti espaguetti, 
dos, tren, brum brum, moto, avíon (hace buuuuu).
yo! e mio!
biennnn!, rico,  
hamaca: king kooong, botiboti! pinta, planta
tonta tonto tantii
Agua pasó de ser aba, a cacaca (?!) y desde hace unos días pronuncia un perfecto agua.
A esas le agrego de estos últimos días: mariquita itita  (que ve por doquier), vaca, quiquic (es el caballo, con su ruidito de cabalgar), roto (todo lo roto lo señala), hoy dijo araña (una que vió), tina pegatina.
Ya está en esa fase en la que cada día le oyes una o más palabritas nuevas, que espontaneamente dice, además de las que repite. Pero no se deja entrenar a lo Pavlov, no hay forma de hacerle decir tal o cual palabra que a uno se le antoje relevante, aunque lo intente con ahinco. Ella escoge las palabras que quiere decir, y por eso se me hace más simpática esta lista de palabras de sus 20 meses, que son y han sido las más significativas para la enana. Auqnue los recuerdos y las comparaciones son complicadas, me da la impresión que no tiene Amèlia ese impulso de repetirlo absolutamente todo como hacía Dídac. Es reflexiva y serena y selecciona lo que quiere y no quiere decir.
Empieza a enganchar dos palabras para formar una pequeña frase, que ahora me viene a la mente es mama ven, adios agua (saludando el torrente, grabado en un hermoso videin), coco aqui.. por ejemplo.

Pero palabras faltan para describir lo más bello de Amèlia. Mi hijita, puro carisma y picardía, que se compincha con su hermanito... lo incita a saltar por el respaldo del sofá, le pellizca los huevitos si se él se duerme sin calzón, lo sigue sin tregua a donde quiera que él vaya o se trepe. Sonrisa de costadito y trompita tierna. De iniciativas pacíficas, sin embargo, y cantarinas, no es rari verte agarrar solita un juguete o cuento y sentarte canturreando a leer o montar piezas de puzzle. No es raro que abras la puerta, escapando de la cocina donde cocino, y te vea jugueteando con hierbas, bichos o trepada a una silla cuando te voy a buscar al poco rato. Que hariamos sin vos, bichabolita preciosa. Que ilusión más grande nos hacía tenerte, cuando te amamos! 

sábado, 25 de abril de 2020

Sorprendentemene mi hijo pretendió hoy chantajearme ofreciendome dormir conmigo si lo dejaba acabar de ver la película (Totoro) ya muy entrada la noche. Literalmente.. "mamá, si me dejas terminar de verla ahora, voy a dormir contigo, Mamáaaa! Tú quieres que duerma contigo, no? bueno, entonces... etc intento de chantaje !!" Sorprendente su buena autoestima y el buen concepto de nuestro vínculo y de cuánto anhelo tenerlo cerca, a pesar de los enojos mutuos normales de todos los días. Me encantó. Pero me voy ahora a estirar a la cama un buennn largo rato encantada, hasta que te aparezcas a la madrugada sigiloso a dezplazar a tu padre acurrucandote a mi costado. 

jueves, 16 de abril de 2020

Y Amèlia. Ya dice muchas nuevas palabritas: cuc, itito bichito (que le maravillan), papuma espuma, popom jabón, ai caiii que se cae?, ititos zapatitos, ou huevo, tatata patata, ? sopita, cacanca naranja,  inina gallinay alguna que otra más. También la oimos repetir, claro, muchas otras, pero estas son las que retiene y repite espontaneamente. Me gusta anotarlas porque estas palabras que va aprendiendo, son las más significativas para ella de entre todas. No nos tomamos el trabajo de "enseñarle" en plan adiestramiento ninguna cosa, primero porque no nos da el tiempo vital, segundo porque no creo que haya prisa para aprender nada en especial. Amèlia sabe lo importante: rie, baila y juega todo el día. Y se trepa. TRepa trepa y trepa a todo sitio.

Y luego tiene su onomatopeya preferida, además de ñam ñam, "king kong", que es la clave para el columpio. Y por otro lado su teatralización, de noni noni, de bostezo, de zapateo, de acabar una canción hincando una rodilla como un pagés.

Aunque son muy parecidos con Dídac a su edad, resaltan algunas pequeñas diferencias:
- a ella le encanta bañarse, no le incomoda que la cara le toque el agua.
- ella selecciona lo que resalta en la comida para comerselo, Dídac en general para descartarlo (quizas ha ido variando según fases): guisantes, garbanzos..
- Ella tiene un ritual de quitarse los "tines" al meterse en la cama.
- Tiene una gran iniciativa "en solitario", que ahora no recuerdo como caracteristca de Ddc, auqnue no podría estar segura. Es decir, de sopeton sale al patio y se va a jugar con algo afuera y se queda alli tan tranquila en su tema. O se busca un juguete en la estantería y se pone a jugar decididamente con eso. Al menos ratitos. Luego es todo upa, claro.
De todos modos, es dificl comparar, porque crecen tanto y tan rápido, que nuestra memoria hace "resumenes" curiosos.
17 de abril. Aqui seguimos, confim¡namiento, aunque con una reactivación parcial tras acabar el primer mes. JOrdi vuelve esta semana la oficina algunos días, pero aun con mucha cautela y limitaciones. Yo parece que empiezo a cobrar paro, porque tengo la suerte de "reanudar", y un simple mail me lo confirmó hoy. De momento no novedades del hospital, prácticas de psiquiatra, ni va a comenzar a funcionar las escuelas. Si me llaman, a ver como nos arreglamos, por que no van a empezar las clases, por tanto tampoco las del bosque y probablemente tampoco las mañanas de padrina canguro. Cuantas de estas preguntas se estaran haciendo millones de familias. Por las tardes sigo dibujando, y ya casi casi termino la nueva versión de liberadores. Me gusta, auqnue se que si se estira mucho corro el riesgo de queres rehacer todo. Ay, cuanto me apasiona dibujar y cuanta autocrítica tengo encima. Y cuanto realmente por aprender. Como me suele pasar cuando me sumerjo en este mundo de lineas y colores, empiezan a surgir como de una fuente las ideas de nuevos proyectos y también, algo curioso, las ideas "imágenes" que brotan abstractas, espontaneas d emi cabeza, sobre todo en el estado de entresueño (pero no solamente alli): COntrastes idilicos de colores, dibujos que se construyen con lineas como matrices, o personajes curiosos, entre otras cosas, nacen florecen y pululan en mi pensamiento, yo los contemplo, intento retenerlo, y luego se van, a la papelera de ideas, algunas más y otras menos retenibles.
Por las mañanas, no quiero acaparar con la cuestión gráfica, y también jugamos con música o smplemente sigo el carro de lo que surja, o los tengo correteando alrededor mientras limpio-limpiamos, tendemos ropa, fregamos el patio, lavo platos o cocino. Pero en bastantes ocasiones, surgen los lápices o pinceles, porque a Dídacle gustan, y creo que ahora cada vez más. Hoy me dijo,, no es verdad que no es tan importante si nos pasamos de la rayita? Alguna directriz desafortunada que lo cohibió mucho tiempo, empieza a aflojarse. Yo pintaba con mi mano izquiera, lo cual vino genial, mientras daba teta a Amelia sostenida con la derecha. Pero otros días, se enfurece bastante cuando algo no le sale. Es meticuloso, no puede negarse, y se frustra, tanto con su baja -aun- habilidad mototra fina como cuando me pide que le haga algún detalle, porque nunca es como él lo quería, jeje.
Dídac ya no hace berricnhes, claro, pero si hace escándaletes, o podría decirse que los berrinches evolucionaron, por su parte, a un estado más conciente-controlado. Por nuestra parte, a una mayor sensación de control de nuestras emociones. En resumen, casi cada día o a veces más de una al día, tenemos  escenas de un fuerte enojo, por alguna decepción que se lleve (quería un chocolate fuera de hora, quería ver algún dibujo más, quería haber puesto él la comida al horno, no quiere cmbiarse el calzoncillo sucio, etc.. lo q ue sea.. pero el tema dulce gana por mayoría) . Gritos y gritos, mamá tonta, papá tonto, intenta pegarnos (o si te agarra desprevenido.. ayer me dio un cabezaso q me retumbó la mandibula) y asi durante largos minutos, media hora fácil. No tiene solución fácil. Paciencia, mucha paciencia. Le repetimos con calma que no nos gusta que diga eso, le impedimos pegar. A veces algo extra, un día q me hizo doler a conciencia me fui a la habitación con Amèlia y no lo dejé entrar, asi que primero golpeaba la puerta.. después empezó a calmarse e "imitaba" la voz de Jordi diciendo "dejame pasar,  traigo la comida" jje. En general termina cuando del enfado pasa a la pena, llora y alguno de los dos lo abraza y se apachurra compungido. Intentamos una vzez pasada la tormenta, reflexionar sobre lo que pasó. O al día siguiente, como fue el caso de hoy, que teatralizamos con los peluches la forma buena de enfadarse, explicando lo que nos pasa, en vez de la mala, gritar tonto tonto tonto!. Cuando lo ve en el señor cnejito le parece muy razonable. Y bueno, asi vamos creciendo, aprendiendo. No desistimos. Ni en el confinamiento/cuarentena.

martes, 7 de abril de 2020

Pandemia.

Seguimos buscando ideas, en días de confinamiento
* pecesitos de barro/crealina.
* muñecos de papel artículados con ganchitos mariposa
* recortar treboles de revista y pegar, mariposas de cola  con brillantina..
*arreglamos la "cueva" abajo de la planta gigante del fondo de casa, sobre la casita de madera
* baldeamos el jardín y Didac derriba cosas con el chorro fuerte de la manguera..

Cada día me alegro por lo bien que la pasamos, el provilegio de estar juntos, sanos, y tener tantas cosas bonitas por hacer, tanto de rico y darnos el lujo de alegrarle a Didac con un postre cada día. Y asimsmo me entristezco pensando que tantidsima gente no lo pasará tan bien. Algunos por sus problemas "interiores" amarguras y falta de imaginación, ansiedades.. otros por problemas de sustento, por no tener casa, o casas oscuras e insalubres, por compañías nefastas, por exceso de trabajo, por falta de compañía, por falta de trabajo, o exceso, o por enfermar, o por comerseles la ansiedad... quien sabe cuántos otros motivos, cuanta gente, pasandola muy mal.

Cuanto de bien y cuñanto de mal puede traernos esta crisis con pandemia, una vez haya pasado.

Dídac se desespera por socializar, ni bien un vecino asoma la cabeza al patio, no para de charlotear. Menos mal Tomeu, el jubilado, que le da un poco de charla. Y menos mal de las 20:00hs, la hora del aplauso, que le organiza el día en su momnto "con vecinos", 10 mnutos, en la puerta, que lo dejan exulyanto y desaforado de alegría. Gritando ánimooo! ánimo!!!! y también.. tonto, puta, mierda, hostia! Eso no sabemos bien por qué.

martes, 17 de marzo de 2020

>BORRADOR Explicación a Didac coronav
Bitacora de 15 (primeros?) días de confinamiento en casa:
Algunas de las cosas q vamos haciendo
1- sábado: modelamos barro y cabecitas con yeso en globos.
2- dom: jardín, leemos brujarella, bañera toda llena..
3- lunes: llovizna. canciones canticuenticos. puzzle del árbol.
4- martes

En fín, quería hacer una lista de las cosas novedosas que ibamos haciendo, pero no era práctico ni interesante. Los días se suceden llenos de pequeños detalles bonitos, momentos de griterío y desenfreno infantil, momentos en que papá y/o mamá nos entusiasmamos y dejamos llevar, momentos caóticos (como el que tiran afuera de la bañera la mitad del agua, o no paran de hacer rallys cuna-cama a las 23 hs..) y otros en los que respiramos hondo y nos sumamos o nos turnamos para seguirles el ritmo a estos dos preciosos terremotos, que "encerrados" juntos como amiguitos cada día desarrollan más complicidad y más capacidad de jugar conjuntamente. Ese juego paralelo que veiamos en Dídac con año y medio, Amelia lo tiene por supuesto también, pero a eso se le suma una inmensa capacidad de juego conjunto con Dídac, busca y disfruta de hacer cosas reflejadas en él, que él la imite, perseguirse, bailar juntos, etc.

Nuestra "semi"rutina diaria consiste en:
1 un largo desayuno que intenta aportar cosas "caseras",
2 mañanas de jardin y/o manualidades,jardineria, muchas veces con pintura, barro para amasar..
3 dificultades para cortar el juego e ir a hacer la comida (hoy por ej se entretuvieron como 40 minutos, uno con pu¡zlles otras con boli y papel mientras hacía un estofado),
4 postre después de comer,
5 siesta Amelia/dibujos Dídac(videos folclore local "demonis", Mic, Heidi..) aunque no siempre, ni una cosa ni otra (si llega papá reflota el entusiasmo, como hoy, y estan de nuevo trepandose por el fondo.
6- Ahi cambiamos el turno y yo me pongo a mis menesteres, últimamente dandole un envión a mis dibujos de cuentos ilustrados pendientes.
7 Meriendan
8 Sobre las 20 bajo a hacer cena o bañar y/o leer cuentos mientras Jordi cocina.
9Cena, luegolo que haya faltado en el día, suele salir a flote: dibujar, leer cuentos, algo de tele (ayer pusimos la abeja Maya) o a veces algo novedoso: algunos días bailamos todos con música de fondo (por ahora el favorito: la cumbia "el mounstro de la laguna"), y ayer Jordi tocó la guitarra.
10- A la cama, a veces se duermen ellos y podemos dedicarle un rato a charlar, a veces me quedo dormida yo también.  EL momento de ducharme yo tengo que rebuscarlo entre algún hueco de todo esto.

Dídac: hoy justo me decía "echo de menos saliiiir, a mis amigoss, etc", pero al minuto está otra vez riendo y jugando. El muy conciente del motivo del encierro: el coronavirus. AL poco de empezar se le explicaba desde el escalon de la casa, sin pisar la vereda, a la vecina de enfrente que regaba la casa. A las 8, puntualmente, sale a aplaudir ( a los "sanitarios") con Jordi y grita la canción que a veces resuena de fondo "resistiréeee! Y Amèlia le hace eco: ee-ee-eréee.

En estos días resolvimos 8espero) una cuestión que llevaba muchos meses, la que se hiciera pis encima, o se mojara justo delante del inodoro, siendo el motivo claramente que no prestaba atención, porque prefiere jugar y espera hasta que se le está pr escapar. Por la noche, paradojicamente, hace medio año o más que no le ponemos pañal. Pero de día., depsues de un tiempo largo de controlar bien, empezó a hacerse pis, y no paró. NO se si hace más de 6 meses de eso.. Cuestion que siempre fuimos muy indulgentes, y simplemten le pedimos que preset atención, le hablamso de "escuchar a su cuerpo," etc etc. Pero la gota colmó el vaso hace una semana cuando, sentado en la escalera escuchandonos hablar, se hizo pis .. cuando le rpegunte que pasó me dijo; si, me di cuenta, pero el pipi tenñía ganas de bajar las escaleras............ Ahi le dije, n, Didac, se acabó. A bañarse. estas lleno de pis, de ahira en más no usamos más toallitas ni papel. Cada vez que te mojes, a la ducha!". Esccandolo, claro. Jordi se puso con é´en el baño tratando de convencerlo, auqnue claramente Didac se ofuscó no tanto por la medida (ya qye muchas veces lo limpiamos con agua y ducha) sino por el tono"castigador". Cuestion  que luego de etsar un buien rato berreando en el baño, entré con un plan B. Le propuse un metodo conductual y práctico: pegatinas. ¿como no lo hicimos antes??- TAn contento se puso que hasta lo  duché (cintura para abjo) ahi mismo mientras le contaba. Cada dia que haga todo el pipi y caca sin mojarse, de premio una pegatina. Los pre mios pasaron a ser a su pedido, en cada pis, antes de ahcer pis, e inclluso a pesar de alguna mojadita. Pero es lo mismo, la función es que se auro-prestara atención, uy fiuncionó. Ayer nos dijo, ya no importa la pegatina! Ya no me hago encima.


Amèlia:
Amèlia va mostrando la personita que es: escaladora incansable, movediza, bailarina, risueña, decidida. Con gran iniciativa, bastante independiente. (hace dos horas la perdí de vista un momento, y al or a buscarla habia salido al patio, se fue debajo del naranjo y estaba suboda a una silla para intentar treparse al árbol, a juzgar por sus gestos, o al menos para mirar hormigas que caminan siempre alli, que señalaba con su risita característica "de bichitos".) Parlanchina, también, como Dïdac: va diciendo muchas simpáticas palabritas que imitan el final de las palabras que intenta copiar: gallina resuena como titina,  zapato le guedó como zapatito, titos,  agua pasó de ser aga, a cacaca, no sabemos bien por qué! la rana es crooac (coac), el pan es pam. la comida es un claro ñam ñam.. y me estoy olvidando de muchas.
Pero más que sus palabras es us capacidad de conectar con la mirada, con sus expresiones y darse a entender, de mostrar su alegría, su pena, su protesta.. toda la gama sutil de emociones humanas.

Ayer pusimos una serie infantil, la segunda que escojo después de Heidi para pasarle a Dídac, e indirectamente, a Amélia: la abeja Maya. A Amèlia le maravilló el saltamontes, flip. A mitad del capitulo empezó a tirar de la mano de Jordi oblogandolp a seguirla. Subió a la haitiación y fue directa a buscar de arriba de una mesita, iun muñequito pequeño, verde, con forma de rana.  Lo trajó y me lo mostraba, señalando a Flip, como diciendo,  aqui! es igual! De momento, su personaje favorito.

Otra cosa que le encanta es degustar por su propia cuenta las vinagrellas del fondo. Pero tanmbién, los trocitos de chicolate que liga a la hora del postre o del desayuno de "submarino" de Didac.

Jordi y yo, conseguimos breves momentos de pausa y charla adulta, cada varios días, un rato después de que se duerman o antes de que se despierten, (eso dificil, porque yo sueño dormir hasta que se despiertan ellos, jjeje)  o bien, durante alguna hora-siesta. Los fines de semana, la rutina varia más para hacer cosas "de casa".Desde mañana, Jordi ya no puede moverse a la oficina, el confinamiento se extiende y se intensifica, asi que, haremos otros "turnos" de trabajo. A ver que tal va.
HOy quería escribir solo estas cuestiones "hogareñas" por aqui. En otra ocasión o lugar le tocará a mis reflexiones sobre todo este momento histórico, la pandemia.