jueves, 27 de julio de 2017

primer besito de Dídac

...hace algunos meses que Didac tira besos voladores, y uno o dos  meses que da besos exquisitos en la mejillas, con el correspondiente muaaac o dulce y silencioso, según la ocasión. A veces espontaneamente, a veces cuando uno se lo pide. Pero hoy en el paseo, después de compartir un heladito con la mami, fue asaltado por una rubita de 2 a 3 años, que agarrandolo de las mejillas le dio, no uno, sino varios besos en los morritos, alternando beso con saltitos a su alrededor. Dídac, asombrado y claramente a gusto con la situación, miraba sonriendo a la pitufa. Los papis alrededor y en respetuosa distancia, nos moriamos de risa. 

domingo, 16 de julio de 2017

Visita al tio cattivo

Comenzamos reconociendo a los aviones, que normalmente percibe y señala sin falta en el cielo, en tierra firme y cerca, mientras esperábamos nuestro vuelo.
Luego subimos al bus y enseguida aprendimos esa nueva palabra. Al final del recorrido a Torino nos esperaba el tío Ger, y aunque intentamos que se aprendiera la palabra tío, al final se aprendió minion.Y no porque el tío le recuerde al bicho peladito, amarillo y de ojos grandes, sino porque el tio tenia puesta una camiseta con estos personajes y su memoria hizo ésta asociación peculiar <<

Una semana pasamos en el pico acogedor de Corso Belgio, conocimos a los amigos del tío, sus peluches, sus libros, juegos, y casi todo el contenido de sus cajones, que son muchos. Salimos a tomar capuchinos, siempre por la mañana, porque a la tarde es la hora del aperitivo y pedirlo quedaría antiestético. A Didac eso le daba igual, claro, porque siempre le tocaba agua o leche. Tomamos agua de las famosas fuentes de Torino y Dídac, como era de esperar, aprendió a abrir la boca bajo el chorro y mojarse hasta las pantorrillas.

Lo más divertido del viaje fue la paseo a Suza, donde comimos riquisimo, hicimos una caminata bajo la lluvia hacia la puerta romana y un intento de excursión al parque natural de Chianocco, por un sendero boscoso repleto de mariposas. Intento fue de llegar hasta el final del senderi, pero excursión si que fue, de al menos una hora, finiquitada por a lluvia que nos hizo pensar dos veces la aventura. Con más de 10 kilos de hijo a cuesta, y tapadito con una manta, Didac llegó de vuelta al coche de alquilar dormido, acunado por el caminar y el canto de los pájaros silvanos.

Nos volvimos a Mallorca con la energía recargada gracias a los descansados paseos a la vera del fiume, el hermoso y arbolado río Pó, ahora hogar de unas cuantas nutrias inmigradas. Igual que ellas German encuentra ahi su refugio de paz, para correr o tirarle pan a los patos. Que lindo poder compartir con él este hermoso lugar en el mundo.






chapa chapa chap

Julio empeza con una clase de natación de 0 a 2 años, en la piscina del pueblo. Gracias a que la mami, quien suscribe, logró juntar a unas cuantas otras mamis para que abrieran un horario razonable. El resto de concurrentes son bebés, más colaboradores y dóciles, en su mayoría. Pero Dídac ya no es un bebito, y con sus manazas y patotas, cual koala, se me aferra fuerte para no hundirse en el agua más abajo del área de las  rodillas. El prefiere la piscina bajita, calentita, y corretear gritando nenaeee, auaaa, chapaccha pa chaa, entre los críos que libremente chapotean en esa zona, e incluso, salir de la piscina por si solo, correr un trecho y tirarse otra vez (siendo atajado por la mamá (¿debería dejarlo  ?) La piscina de los grandes, más honda, y con agua que amenaza tocar el pelo, es de momento territorio hostil.
Vamos a ver si el martes que viene, retomando clases después del viajecito a Italia, se amiga con la acuosidad.




Junio 2017

Un mes en el que Didac aprendió a decir tren, bus, poma, pis, ull, cargol y el sonido que hace una monja estreñida, entre otras,
Un mes en el que aprendió a subirse a las sillas, los banquitos, los inodoros y las latas de neskuik (sobre todo si están arriba de la mesa)
Y mejoró su técnica de correr, en especial de punta a punta del sofá, y haciéndose perseguir pot Tila.
Un mes haciendo agujeros en la arena, recogiendo caracoles y tirando piedras a las olas, pero con cariño. No queremos que ninguna ola salga lastimada.