sábado, 17 de octubre de 2020

Estos últimos tres días estuvimos en casa sin papá, que por trabajo se tuvo que ir a Canarias. La verdad es que se nos pasaron volando, tan entretenidos como estuvimos. Empezando el día con el trajín mañanero para salir rumbo a Bunyola,  tratando de no olvidar los mil distintos detalles, como ropas de lluvia, servilletas de merienda, tela para comer, pañalito para Amelia.. tratar de salir a buena hora, cargando mochilas por la cuestita hasta el coche. Luego llegar y tener cintura para que Anmelia, acostumbrada a que la lleve su papi, se quede a gusto y me deje marchar. Cada día es una sorpresa. El primer día me dejó solo al cabo de tres horas, y en el medio se largo un chaparrón que hizo que tuvieramos qye poner petos a toda prisa. El segundo día me dejé las mochilas apoyadas en plena cuesta, cerca de donde estaba aparcado mi coche (cpn la intención de recogerlas después de subir a los peques) y alli quedaron.. Amèlia se apiadó y me dejó marchar rápido a buscarlas, y ellos, se quedaron proveídos con la comida y agua que yo llevaba en mi mochila, y que previendo tener que quedaerme, yo había llevado. EL último día, viernes, pude dejar a Amàlia sobre las 10:30hs, me dijo Adiós sonriente y me fui, pero teniendo que recogerlos sobre las 13:30, me fui por el bosque a dar un paseo, meditar, bocetar en mi cuadernos y leer un libro que tenía seleccionado. Otro berenjenal es el regreso, pero le vas agarrabdo la mano. Cada día, también, una sorpresa. Lo que es ritual fijo es la media hora que tienen que quedarse "inspeccionando" mi coche antes de dejarse sujetar a las sillitas. Después, un día se duermen, otro se saltan completamente la siesta. LOs dos días que se durmieron los dos. Como hace una mamá a dejar en casa a dos criaturas dormidas, aparcando entre 50 y 200 metros? despertando al manos a uno de ellos para que camine? Jamás. En mi caso, pasando por delante de casa, bajando al mayorcito al sofá, para luego ir a aparcar y volvwr con la chiquitina a upa. Por si acaso, dejandole un chocolatin al lado de su cabeza, asi si se despierta, se entretiene con el chocolatín los cuatro minutos en que tardo en volver. Pero no pasó, seguía alli bien dormidito, asi que guardé el chocolatín para otra ocasión, pobre.

Ayer a la noche volvió papucho y lo recibimos toodos con mucha alegría.


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