domingo, 31 de mayo de 2020

Desde que Dídac tenía 1 año o por ahi, tenemos en casa una muñeca en forma de bebé, además de los muchos peluches. Y aunque él ha jugado con ella algunas veces, es evidente que Amèlia muestra más interés, más frecuente y sostenido, que lo que él mostraba a su edad. Dídac tuvo fases largas de interés por los trenes, por los demonis, por los bailes folckloricos y las faldas bamboleantes de las pagesas, por los reyes magos, y últimamente está fascinado con Totoro y los duentes de polvo. El interés maternal de Amèlia hacia los bebés le despierta sin embargo, un renovado interés a él y veo que los juegos con temática de cuidados, se alargan. Largo rato pasaron el otro día vistiéndolas, bañándolas y él solito, concentrado, peinándola y pintándola con un rimel mío (pucha). La cuestión bonita que me planteo es que quizás me va a facilitar la presencia de Amèlia educar a Dídac en el feminismo. Educarla a ella, lo doy por descontado, pero a él, a él, es lo que creo que es realmente importante hacer. Facilitar quizás no es la palabra exacta, podría decir mejor: sembrar el camino de oportunidades. Pero con niña o sin niña, creo que es esencialpara ell feminismo no dejar fuera a los de sexo masculino. Criar con ideas feministas, para mi... cuándo? donde?
En el ejemplo, claro, en tratarlos a ambos igual, con los mismos calificativos cuando toque, en repartirles las tareas domésticas de igual manera, en ofrecerles la posibilidad de hacer igual deporte o hobbies o juguetes sencillamente según sus gustos y con poca carga de "género" por su género per se.
En la selección de cuentos, de historias, de películas. Huyo de las pelis que muestren superheroínas, aunque me gusta eso de hacerles sentir valientes y eso de que las chicas nos podemos arreglar solas, no creo que deba mostrarles que el valor de la mujer tenga que ver (solo) con que es capaz de realizar tareas y cumplir metas igual que los hombres, con sus éxitos, o con ocupar sin problema roles que típicamente fueron destinados a ellos. Creo que vale la pena mostrarles por el contrario que las tareas tipicamente femeninas son tan o más valiosas, incluso esenciales: cuidar, conciliar, acompañar, criar, enseñar, higienizar. Para eso no hace falta habilidades ultraterrenas de heroes ni heroínas, pero si muchísimas habilidades (que ¿puede que por algún motivo biológico se les de menos bien a los niños varones?) Hace falta paciencia, empatía, serenidad, creatividad, inteligencia, destreza manual. Cosas que pienso se pueden hacer crecer ¿por qué no?, ayudar a madurar en ellos ( y ellas, por supuesto) primero que nada prestándoles un poco de todo eso, de lo nuestro, cuando aún no lo tienen, y luego acompañandolo y observándolo con lupa cuando va germinando, haciéndoselos notar y sobre todo, digo yo, seleccionando bien el material donde va a enfocar su atención, su energía curiosa de mundo exterior. Porque claro... a medida que crecen, no nos ven solo a nosotros su mami y su papi. Y todo les queda, todo se les graba, todo les interroga.
Nosotros nos planteamos como prioridad, no adelantarle las etapas, no exigir más de sí a esas habilidades que germinan. No ofrecerle juguetes, películas, cuentos, que le muestren ritmos o historias que aun le son demasiado ajenas. Dentro de lo posible, que los mundos de fantasía que les contamos, que les dejamos oir, enriquezcan eso que de por sí ya crece en ellos y mucho mejor si ensalzan esas habilidades de las que hablaba. Lo demás, a cuentagotas.
Por poner un ejemplo, preferimos Totoro, con una niña que ayuda a su papá a cuidar a su hermanita, que Frozen, que aun siendo una historia bella y feminista, está metida en una trama de engaños, traiciones, amenazas, intentos de homicidio, amores a primera vista y matrimonios, además de poderes extraterrenos y como no podía ser de otra manera, títulos nobiliarios (cosa difícil de explicar a un niño si las hay). Y sobre todo, antes que los cientos de cosas tipo Lady Bag, luchas luchas luchas.



miércoles, 13 de mayo de 2020

Amèlia/Dídac mayo2020
Comidas favoritas (excluyendo dulces): gambas / dulces.. bueno, quizás el arroz.
Actividad favorita: botiboti/botiboti también quizás pintar y sentarse en el inodoro/mojar a Tila con la manguera.
Personaje favorito: ranas (las identifica en todas partes)/Totoro.
Momento del día más gratificante: bañarse/desayuno y postre
Descubrimientos recientes: Andar sin pañal/inventarse excusas fantásticas como que los mounstros se  han comido las galletas y le han pegoteado la cara co migas.
Momento del día menos gratificante: impedimentos para treparse a algún sitio/quedarse sentado para comer, ponerse ropa
Mejores hábtis adquiridos: lavarse dientes mañana y noche
Habitos que nos cuesta adquirir: ponerse pijamas

Hermoso momento en que Dídac revolviendo un cajón de esos donde van a parar todo tipo de trastos, me trae una muñequita de cerámica representando una bailarina de sevillanas muy caricaturizada, muy gordita y con dos tetotas, de ojos saltones, morena y con el pelo recogido hacia atrás, con su rulo en la frente. No está hecha para parecer seductora. Me dijo, mirá mamá, encontré esta princesita. Ahh, si, no sabía que estaba ahi- solo eso le contesté. Se la quedó mirando y para si mismo dijo: que guaaaapa. Y a mi me invadió una cosa bella en la barriga comprobando que él no está invadido por ideas preconcebidas, por canones de belleza de delgadez y pelo rubio. Y tanto interés le despertó ese objeto reencontrado (que recordaba bien haber ganado en un "pongo" a principios de año) que terminé explicandole que era una sevillana, Sevilla, cantadores y poniendole a ambos un vestido ( asu pedido, porque gira más que la ropa del bailarin, desde ya) y una flor roja en el pelo con las que bailaron siguiendo un ilustrativo video de la feria de abril, mientras yo hacía el arroz.
Días caoticos que los hay los hay. Esos donde uno pierde la paciencia sin remedio, días en que hay que mirar un trozo de cielo y substraernos de lo que está ocurriendo para buscar otra vez nuestro centro. Esos que comienzan con un niño embarrando todo con la manguera, que cae por todo menos en la piscinita, un perro que te salpica y amenza con sus saltos a aplastarte un hijo (o al menos eso imagino en aquel instante), pero que se resiste a quedarse "del otro lado" del patio, rompiendo la vieja barrerita de madera por la mitad de un empellón, y que continúa con una avispa clavando el aguijón a la pequeña, para luego seguir, al estar más calmados todos en el sofa, con los dos indígenas saltando por arriba del respaldo del sofá, uno venía empapado asi que asi quedó, desnudito luego de deshacerse de su ropa, y resistiendose a los calzoncillos se me trepa por el hombro y salta, hacia atrás, sobre el respaldo una y otra vez, aterrizando en la desordenada montaña de cosas que se acumulan allí, y ella queriendo seguir el juego se me sube también, se me saltan las gafas y me tiran del pelo. Luego se dan un cabezaso, llantos, pisotones y la comida que espera por hacerse, apenas son las dos de la tarde.
Amèlia cumple 20 meses y toca, como hice con Dïdac, hacer su lista de palabras. Tengo machete, porque fui anotando en su cuadernito, pero creoq ue me dejo unas cuantas. Me ahorro las graciosas diferencias fonéticas de su lenguaje de bebé, pero se sobrentiende que no las dice tal cual, sino a su manera bebé.. rana se dice un tierno dana, por supuesto.
papá, mamáaaaaaaaaaaaa, Dídac (kika!), Tila, piii. teta, upa
pie, mano, dit, coco, ojo,
tintín- calcetín, aton pantalón, illillo calzoncillo
caca, pipi, moco
hola, adios,
éste, allá, aqui, otro
notecaigas! caiguis! caeee! vinee (ven), meam ( a ver), tanca (cierra) arriba, pupa (lastimado), cama, noninoni, ñamñam, tapa, bolita, mantita, cuchara, cuchillo.
planta, popom-jabón, pumo-espuma, ieie´bebé, nene, intana-ventana, silla, titito-zapato
rana, mono, mee, gallina, piu piu, miau,  uau uau, cuc, bichito, buho, caracol, lleó, ititos pajaritos.
pan, sopita, patata, naranja, gamba (le encantan), ou, lleteta, eti espaguetti, 
dos, tren, brum brum, moto, avíon (hace buuuuu).
yo! e mio!
biennnn!, rico,  
hamaca: king kooong, botiboti! pinta, planta
tonta tonto tantii
Agua pasó de ser aba, a cacaca (?!) y desde hace unos días pronuncia un perfecto agua.
A esas le agrego de estos últimos días: mariquita itita  (que ve por doquier), vaca, quiquic (es el caballo, con su ruidito de cabalgar), roto (todo lo roto lo señala), hoy dijo araña (una que vió), tina pegatina.
Ya está en esa fase en la que cada día le oyes una o más palabritas nuevas, que espontaneamente dice, además de las que repite. Pero no se deja entrenar a lo Pavlov, no hay forma de hacerle decir tal o cual palabra que a uno se le antoje relevante, aunque lo intente con ahinco. Ella escoge las palabras que quiere decir, y por eso se me hace más simpática esta lista de palabras de sus 20 meses, que son y han sido las más significativas para la enana. Auqnue los recuerdos y las comparaciones son complicadas, me da la impresión que no tiene Amèlia ese impulso de repetirlo absolutamente todo como hacía Dídac. Es reflexiva y serena y selecciona lo que quiere y no quiere decir.
Empieza a enganchar dos palabras para formar una pequeña frase, que ahora me viene a la mente es mama ven, adios agua (saludando el torrente, grabado en un hermoso videin), coco aqui.. por ejemplo.

Pero palabras faltan para describir lo más bello de Amèlia. Mi hijita, puro carisma y picardía, que se compincha con su hermanito... lo incita a saltar por el respaldo del sofá, le pellizca los huevitos si se él se duerme sin calzón, lo sigue sin tregua a donde quiera que él vaya o se trepe. Sonrisa de costadito y trompita tierna. De iniciativas pacíficas, sin embargo, y cantarinas, no es rari verte agarrar solita un juguete o cuento y sentarte canturreando a leer o montar piezas de puzzle. No es raro que abras la puerta, escapando de la cocina donde cocino, y te vea jugueteando con hierbas, bichos o trepada a una silla cuando te voy a buscar al poco rato. Que hariamos sin vos, bichabolita preciosa. Que ilusión más grande nos hacía tenerte, cuando te amamos!