lunes, 20 de enero de 2020

Amèlia 16 meses, acompañando a su hermano con dulce ansia de hacer, de emprender todas las actividades interesantes que ve. La cocinita está siendo un éxito, dando pié al montaje de grandes platos. Amèlia también pasa un trapito, busca macarrones para desembolzar y dsparramar. Pero no se queda en lo culinario. Se desvive por tener las billeteras desprevenidas y sacar tarjetas. Trepa al carrito aparcado en la entrada y trata de dar vuelta a la llave en la puerta (si no estuviera tan risueña mientras lo hace, mirandome pícara...pensaría que quiere escapar jeje)

Jugamos en el fondo de la casa, allá donde da más el sol, y el vecino jubilado se nos une de a ratos al otro lado de la verja. Se siente y charla Dídac por los codos con él. Él suele estar atento a advertirle a Dídac a cada momento que se puede caer, pinchar, raspar.. Dídac lo tranquiliza.
 El otro día cuando se iba, Dídac lo saludo vivamete Adeu, Mateu!! Y acto seguido, como gratamente sorprendido, Adeu mateu... rima!! Dicen que el progrso en el area psicomotriz, el balanceo, los ritmos, los tempos, las cadencias, todo se relaciona y prepara los cerebritos para el desarrollo de la lectoescritura Lo hablabamos el otros día con Pati de Ses Milanes. Gráfico fue ese día, subido al pedrusco, bien equilibrado y rimadole el saludo al vecino.
Amèlia tiene una sillita pequeña de mimbre que le compramos para estar al lado de su hermano, cada uno con la silla acorde a su tamaño. Es gracioso ver como las sillas se desplazan por la casa. alrededor de la mesa baja en la que comemos, y viajan  a la cocina  para asomarse las caras o las manos arriba de la mesada (encimera) buscando cositas o tratando de ayudarc curiosas en las tareas que se estan llevando a cabo. Simpatico verlos de pié uno de cada lado del papá que pica o mezcla alguna cosa.También viajan a la estantería en busca de sorpresas, y vuelven a su lugar una y otra vez a lo largo del día, de la mano de mamá o papá.