jueves, 1 de octubre de 2020

 Amèlita en sus recién cumplidos 2 años

Cumpleañitos en medio de una pandemia, pero con el privilegio de estar todos bien. HAce dos días comenzó la escuela bosque, y tenemos decidido dejar lo más posible cerrado el círculo de ocntactos entre niños, restringirlo a los niñ"s de la escuela. Ya veremos más adelante al resto, esporlerinos, con los que pasamos la mayor parte del verano. Asi que nos preparamos para pasar el fin de semana, como muchos pasamos ahora habitualmente, en S'Estret. Para cambiar de aire, y porque allí los peques encuentran miles de maravillas. En esta ocasión, una araña cargando miles de arañitas bebe a sus espaldas, una polilla, un agujero de liebre, trincos donde colgarse, caquis maduros... etc etc.

Asi que ibamos con esos planes y material para una tartita de cumple en familia. Al final, se animaron y se sumaron los padris, Jaume, Jadja y el primo Maks a soplar las velitas. HAsta colgamos unas guirnaldas e inflamos globos. Ameèlia se dio el gusto de manotear confites de su torta ya la noche, abrimos unos regalitos: un carrito de llevar bebés (el segundo, el primero se lo había dado Coie unos días antes), un puzzles imantados de animalitos, y para Dídac, regallito por hermano de cumpleañera, una preciosa kalimba. 

Y yo como mamá de la cumpleañera, me quedaré con el recuerdo del paseo por la finca los cuatro, recolectando higos y nueces, mirando bichos, saboreando la tarde juntos.

Dos dias despues, me tomé el día libre (ya casi acabando mis "prácticas" en HUSE) y los acompañé al bosque, para darme el gusto, a riesgo de entorpecer un poco la adaptación de Amélia. Cuando los vi muy a gusto en la tela de leer cuentos, me alejé por dos horitas (aprovechando a ir a charlotear con Carol), y al volver, los dos estaban jugando. Dídac como siempre con energía e involucrado en juegos de representación con otros amigos. A vos Amèlia, te encontré también jugando, cerca de otros nenitos, contenta, risueña, y al verme te acercaste a abrazarme sin perder la sonrisa, mostrandome cosas que tenías en la mano y al final, pidiendome tetita. Bella, despeinada, cara sucia, ágil, dicharachera, juguetona, cariñosa. Asi era la Amèlia de ese día con sus recién cumplidos dos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario