miércoles, 26 de abril de 2017

Mi chiquito ya casi va a cumplir 15 meses. Cada día nos enamoramos más de él, y él, por su parte, transciende su amor hacia mi, y su interés, su curiosidad y su regocijo se expande mucho más allá. 
Cuando llega papá, se gira y empieza a llamarlo en voz alta. páaaa, pa páaa. Cuando ve a los padrinos, estira los brazos para upa. Hace unos días se quedó toda la mañana con el padri Jaume, ya que la Coia estaba de viaje feminista, y Jordi con compromisos ineludibles. COmo nos confesó después, tenía miedo de que el peque llorara. Pero nada de eso, se pasó la mañana jugando (las mañanas lo tienen claramente más pacífico que las tardes) y según, nos contó, mostrándole la casa y sus pertenencias, las de casa de él, jjj... ya que según la percepción de Dídac, es él el que está más tiempo ahí y no su abuelo. Nos dijo que iba caminando por las habitaciones y señalándole cosas. Estamos de acuerdo en que casi mantiene un diálogo, lleno de taaas, y maaam maaam con entonaciones muy variadas y significativas. 

Otra gran compañera de juegos es Tila, con quien ya arma ruedas completas de intercambio de pelota. Se la tira, ella se la trae, él la tira, o ella se la quita y él se enoja...y así.. Círculos de comunicación, como diría Stanley Greenspam. Cuando jugamos, cierra muchos de estos círculos.. ayer intenté contarlos.. me perdí, fueron demasiados. Él agarró un cubo y se lo puso en la boca. Yo lo agarré y dije ho-laaaa, dentro del cubo. Se lo di, y él hizo lo mismo y me lo dió. Así hicimos 20 veces, variando la voz de agudo a grave. Él me imitaba.. riendo, más fino, más grueso, y de tanto en tanto, innovaba cambiando la palabra. Cambió de juego un rato, pero luego volvió a pedirme algunas veces más del mismo.  Entretanto, nos miramos y él apoya su cuerpecito en mi. No se me ocurre nada más enriquecedor y a su vez más tierno que éste intercambio. De repente, todo lo que aprendí en su día sobre floortime, vuelve a surgir en mi mente, pero de una manera aplicada, creativa y con el mejor de los sentidos, amoroso.

Cuales eran sus principales criterios? Primero, seguir la iniciativa del niño. Enriquecer su propia idea, sin cerrarla, sino abriendo la interacción. Segundo, estar atentos a su necesidad sensorial y emocional.

Ayer mientras le cambiaba el pañal, Dídac empezó a hacer shhh shhh, como un zumbido, Habia visto un moscón. El vocabulario onomatopéyico va increscendo.






martes, 18 de abril de 2017

Bichos voladores

Hoy estrenamos la puertita que papi puso frente a las escaleras del patio, pasando un rato al aire libre sin que Didac tuviera a su mamá pegada a sus talones. Mientras yo pegaba los recortes en su cuaderno, él jugaba dando vueltas por el patio, intercambiando objetos de recipientes y disputándose la pelotita con Tila. Fue en un entorno así de tranquilo que pude notar una reacción que hasta ahora no le habia visto: miedo. O quizás más bien aprehensión. Fueron dos desencadenantes distintos, que coincidieron en una hora. Y justamente, dos cosas que pasaron volando y zumbando. Primero, un helicóptero, después, un abejorro. En ambos cosas el petit reaccionó igual, miró y corrió hacia mi, se aferró a mi pierna y me pidió upa. Siguió mirando, curioso y más tranquilo, pegadito a mi. Yo soy para él, ahora, la representación de una base segura. Que alegría que las insignificantes amenazas que nos tocan vivir, me dejen a la altura de sus expectativas.




viernes, 14 de abril de 2017

Mi niñito ya no es un bebé

Amor buscaret, mi chiquitin cada día creciendo. Ya sos tan consciente de tu entorno. De nosotros, de las formas, los sonidos, los olores, de tus movimientos, de los efectos de tus actos. Que edad más hermosa, 1 año y poquito, porque se te ve descubriendo cosas cada día, incorporando la realidad que ves. En estas últimas semanas, vi como mirabas la luna, una mosca en la ventana, un abejorro. Escuchas las cabras a lo lejos, o una moto, e imitas sus ruidos. Decis ma-ma, y cuando lo ves a él, pa-pa. Ne-n, uau,uau, miauuuu, Poco a poco se amplía tu repertorio.
Disfrutamos todos con tus sonrisas, y también un poquito con tus enfados, hay que confesarlo, porque sos muy divertido enojado. No te dura mucho.

Yo empecé a trabajar todos los días, ya hace un mes, y todo marcha perfecto. La verdad que no sé que me refrenaba, si hubiera sabido que iba a ir tan bien, hubiera empezado un par de meses antes. Es evidente que disfruto más de ser mamita si no cumplo ese papel las 24 horas. Y los días que no trabajaba, me costaba escabullirme para hacer alguna otra cosa, quizás de a ratitos pero no mucho más, sin Dídac. Los días que además de Dídac tienen otro objetivo, me siento más completa. Y no me da culpa, porque sé que mi chiquito está bien cuidado, y con más diversidad que si lo tuviera pegado a mi falda todo el día. Su cabecita crece más flexible. Y para mi es un aliciente que mi vida transcurra también en paralelo de la maternidad, que creo es la cosa más hermosa que me pasó en la vida, pero no es lo único que mi vida tiene. Y tampoco el trabajo, claro. Hoy, un viernes festivo, estuvimos jugando con el buscaret hasta la comida, mientras papi arreglaba el jardín (específicamente una barrera para que Tila no se escape cuando nos vamos, queriendo ir con nosotros). Después comimos, tomamos un cafecito y jugamos un rato todos juntos. Ahora el peque y el papi se fueron a dar un paseo, y a mi no me dan las manos para hacer todo lo que quisiera. De hecho, no se por donde empezar. Primero barrí un poco el cuartito del fondo, pero me arrepentí. Agarré el caballete para dibujar, pero lo dejé. Barnicé unos aritos que tenía hechos. Agarré 3 libros (el de catalán ya no, aprobé el B2 :D) que tengo empezados: Vae Victus, psicopatología dual, y un repaso de Las Primeras Emociones. Los tengo aca al lado. También tengo el cuadernos en blanco con figuritas recortadas que le estoy haciendo a Didac. Agarré la tableta para pintar los dibujos del próximo cuento. Abrí la compu, y me puse a escribir este blog.