lunes, 25 de abril de 2016

Hice las entradas anteriores todas de golpepara escribir retrosopectivamente cuando tenga un rato. Ahora prefiero ir plasmandopequeñas cosas del día a día. El fin de semana que pasó fue muy interesante. Fue Sant Jordi, y pá nos trajo rosas y un libro con ilus gigantes, mis favoritos, "carta a un hijo". Hicimos, además, tu primer paseo en carrito. Pareced q la mochila ya no te agrada siempre, a veces tenés ganas de curiosear, y el carrito te lo permite. Fuimos a la feria de Esporles, y despu´s a la Coop. A la noche fuimos a un fiestón en la casa de otro Jordi, y dormiste como un angelito a pesaar del ruido y la música, paseando a upa hasta la 1. todos enamorados!
Y hubo dos cosas importantisimas más este finde. Jordi terminó mi taller de pintura (el que -ejem- desarmamos para hacer tu habitación  Didac, aunque ahora me doy cuenta de que no vas a usarla en mucho tiempo!) en un cuartito-cueva en el fondo de la casa, pegado al sol y a las mariposas. Por último, tío German y yo terminamos de retocar (mentira, seguro habrá más retoques, somos un poco perfeccionistas, si) nuestro primer cuento ilustrado, hecho a dúo, y dedicado al petit buscaret con un amor volador, infinito: Los liberadores de canarios,


Carta a un hijo

Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor,
Todos la pierden y te echan la culpa;
Si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti
Pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;


Si puedes esperar y no cansarte de la espera,
O siendo engañado por quienes te rodean, no pagar con mentiras,
O siendo odiado, no dar cabida al odio,
Y no obstante, no ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad.

Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
Si puedes encontrarte con el Triunfo y la Derrota
Y tratar a estos dos impostores de la misma manera;

Si puedes soportar al escuchar la verdad que has dicho,
Tergiversada por bribones para tender una trampa a los necios,
O contemplar destrozadas las cosas a las que dedicaste tu vida,
Y agacharte y reconstruirlas con las herramientas desgastadas:

Si puedes hacer una pila con todos tus triunfos
Y arriesgarlo todo de una vez en un golpe de azar,
Y perder, y volver a comenzar desde el principio
Y no dejar escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;

Si puedes hacer que tu corazón, tus nervios y tus músculos
Te respondan mucho después de que hayan perdido su fuerza,
Y permanecer firmes cuando nada haya en ti
Excepto la voluntad que les dice ¡Adelante!

Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud,
O caminar junto a reyes sin perder tu sentido común.
Si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte;
Si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;

Si puedes llenar el preciso minuto
Con sesenta segundos de un esfuerzo supremo,
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
Y, lo que es más, serás un Hombre, ¡hijo mío!

Rudyard Kipling.

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