jueves, 17 de octubre de 2019

Amèlia en el primer mes de su segundo año.
Explosión de juegos "funcionales".. se desvive por hacerlo todo, imita cosas con mucha elegancia: se sube al banquillo del baño, agarra dentífrico y cepillo de dientes, lo junta, si puede conseguir que le abra el chorro de agua, pone debajo el cepillo. Recoge cosas del suelo de la cocina, abre la puerta del armario y las tira en el cesto de basura. Agarra telas, ropa o cordeles y se las pone por encima de los hombros o en la cabeza, con unos pases de modelo simpatiquísimos. El más audaz es subirse al carrito, que solemos dejar al lado de la puerta, agarrar llaves de la mesita e intentar meterla en la cerradura, o en su defecto, tirar fuerte del picaporte. (¿cabe la posibilidad de que esté queriendo escapar?)
EN materia de sonidos no se queda atrás. Me sorprendió ayer con repitiendo la palabra búho, que fue una de las primeras palabras inteligibles de Dídac.
Empezamos a practicar con el juego de la doble cuchara. Yo le pongo la comida en una, se la apoyo en el plato y ella la agarra y para adentro, Amelia style. Cuando se cansa de una, ya tiene preparada la otra y me la entrega sin resistencia(si lo intento con una, entregar la cuchara por las buenas no es una opción.) 
Entre ella y Dídac comienzan a desplegarse algunos juegos, especialmente de ella hacia él. Le pone cosas en la cabeza y le quiere quitar lo que tiene en la mano, son sus juegos favoritos. Él se le subía a caballo cuando gateaba, asi que ahora que camina se le frustró el juego. Tiene sus pequeñas rachas de celosía, pero en general conviven bastante bien.





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