miércoles, 14 de noviembre de 2018

Escena familiar nocturna

La escena familiar nocturna cotidiana es a día de hoy, envidiable por cualquier familia con un hijo de 2 meses y otro de dos años. Dormimos plácidamente, juntos y calentitos. Didac en su camita al lado de Jordi, Amelia unos minutos o par de horitas en su cuna colecho, pero luego al lado mio acurrucada, como un pollito bajo el ala de la gallina. No me asalta ya ningún temor o duda, como cuando lo hacía con Didac, preocupada por las advertencias de aplastar a la cría. No es posible, mi sueño es liviano y me quedo conectada con ella aun dormida, sé que esta ahí. Dos o tres veces por noche nos despertamos para que coma, casi sin movernos. Dídac de tanto en cuando se despierta y habla, sigue durmiendo, o aun mas raramente se pasa al medio de la cama y se duerme alli pegadito a mi otro costado, dejandome un poco relleno de sandwich. De acuerdo a lo temprano que sea volvemos a pasarlo dormido a su camita, o lo dejamos ahí, apretujandonos todos.

Pero la anecdota que voy a contar es sobre una noche que se salteó todos estos parámetros. Dídac está acostumbrado ya a no hacer siestas, aun levantándose pronto y durmiéndose nunca antes de las 22, o 23 hs. Pero cada 2 o 3 semanas, suele pasar que queda frito a las 7 de la tarde y sigue hasta el otro día. En esta ocasión, fue incluso antes, 6 y media de la tarde. Demasiado. A las 3 de la mañana ya había dormido casi sus horas habituales, y se despertó, probablemente con hambre, muy fastidioso y lloriqueando. Bajé con él al baño, a ofrecerle leche con la magdalena que reclamaba, pero le costaba empezar a comer, de tan apesadumbrado. A los minutos de irme de la cama, Amélia, que no se movia hacia 3 horas y media, empezó a protestar. Jordi la contuvo un rato, pero rapidamente el quejido se tornó llanto intenso. Intenté despegarme de un Dídac q estaba apretado a mi como un bebé koala, lo cual generó aun más angustia. Disculpandome subí 4 escalones y JOrdi decidió bajar con la beba. Me senté con Amèlia al lado de Dïdac, Jordi intentó acercarse, calmarlo. Pero su reacción fue un noo rotundo. "Papá vete arriba. La bebé también, me molesta". COn alivio comprobé que en pocos minutos la peque había vuelto a dormirse, y Jordi la levantó para quedarse paseando con ella, arruyándola preventivamente. Didac otra vez a upa mio, empezó al fin a comer, hasta sosegarse y finalmente, dormirse
A la mañana siguiente, Jordi llevó a Dídac a la escola al bosc. De camino me comentó que le dijo " Ahir Dídac no volia al papá i la germaneta, perà ara si que els vol, per que ja ha surtit el sol. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario