martes, 3 de septiembre de 2019

El amor de Dídac por Amèlia en estos días se ha vuelto un poco demasiado intenso, ayer tuvimos que pescarlo arrastrandola cariñosamente del cuello. Hay que estar alerta con ese cariño, algunos días, que le aprieta las mejillas, le apretuja con besos, le pincha los ojos con sus deditos. o le grita fuerte en la cara, para hacerla reír. Lo más curioso es que ella ríe, (casi) siempre ríe, frente a los acosos cariños del hermano, y frente a nuestras  miradas de deses-exas-peración.






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