jueves, 2 de mayo de 2019

Dídac en el cresta de la ola de los porqués!

El otro día nos sorprendimos mutuamente. Después de la removida de piojos -tus primeros piojillos Dídac- faltaba la cabeza de los papis. Todos metidos en el baño menos Amèlia, que ya descansaba en la cama. Le dije a Dídac, ei, porqué no subes a la cama con Amèlia a dormir, mientras terminamos de sacarnos los piojillos nosotros? (cabezas ya embadurnadas). Algo perplejo aceptó, subió solito la escalera y, como lo vi después del ir a espiar, se metió en la cama al lado de ella, y de costado intentaba dormir, solemncioso. Me acerqué para que me viera y darle un besito y me preguntó ¿mamá, si oigo un ruido que hago? le di algunas pistas sobre soplar, un peluche, pero él me dijo que se taparía la cabeza. Al ratito se durmió, amoroso. Me pareció fantástica la experiencia y su pensamiento buscando estrategias de afrontamiento para sus miedos, tan suaves e infrecuentes. Niño valiente. 

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