viernes, 12 de abril de 2019

Amèlia crece hermosa. Ya se sienta por varios minutos con las piernas en herradura o en trípode, antes de bambolearse y rodar. En el suelo se desliza como un reloj, y si te despistas un momento la encuentras a un metro del lugar original, intentando cazar algún juguete. Todo le llama la atención, persigue los colores y las formas. Es gracioso verla tirando de la tela de su pantalón multicolor, se desvive para alcanzar los ositos del movil, y tirar del pelito de su hermano o tocarle la nariz.
Pero sobre todo, es pura mirada, intensa y risueña. 

Ayer sacamos a relucir el corralito o "parque" al patio, un día de hermoso sol primaveral. Ese en el que Didac no pasó mas de varios minutos en diferentes intentos, ayer sirvió de base para una casita junto a su hermana, y una vez que ella la abandonó, él entrara y saliera trepando y saltando.. al fin le damos un uso!

Amelia ahora se queda allí un ratito, mientras yo escribo. Un momento de distracción. Ya me pongo a estudiar. Mi panorama de madre cambió en un mes un par de veces. Pensaba volver a trabajar dos/tres días a la semana en este mes, pero mi contrato se acabó abruptamente, acabó la suplencia. Recalculamos para cobrar el paro muy contenta, intentando mantenerme así hasta que la pipa cumpliera al menos un año.. Pero ahora se presenta otra contingencia, me llaman a examen para homologar mi titulo de psiquiatra, examen que no se convoca desde hace 7 años, y que podría ponerme en igualdad de condiciones con mis colegas españolas. Dejar de estar relegada a tareas de psiquiatra para médicos sin especialidad, menor paga, menos opciones, menos voz. Unos pocos meses, toda la espacialidad, sin temario sin bibliografía. No se si podré aprobarlo, pero lo intentaré. Hace unos meses lo hubiera sufrido, ahora quizás hasta me motive un poco la refrescada profesional. Lamento dejar de lado los cuentos en proceso y acortar mis horas de juegos con mis hijitos. Planeamos una adaptación gradual de Amelia a la pradina, y yo estudiar en su casa para las oportunas interrupciones. Todo tiene pros y contras, voy a extrañar el sol este verano.. pero también veo positivo los vinculos de apego bonito que puede hacer Amelia, ampliar, abrirse al mundo familiar poco a poco como hizo Didac a estas edades. Así que adeu! ahora a los libris... 

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