jueves, 17 de enero de 2019

El año llegó a su fin siendo una familia de cuatro.
Casi cuatro meses con Amèlia, muñequita vestida de azul y sin pendientes, cabecita y mirada despertando al mundo, empezando a enamorarse de la vida, a aferrarse, a reclamar para si nuestra presencia, nuestros brazos, caras, mimos y arrumacos. Festejando a carcajada limpia.
Dídac casi con 3 años, sano como un roble, ágil, alegre, vivaz y seguro de si, parlanchin, saltarin, curioso, dulce.
Jordi , papi y amor mio, cariño puro leal y fortaleza. Trabajas horas cansadas muchas veces infravaloradas, con tus dudas y frustraciones laborales metidas en el bolsillo y el corazón llegas a casa, y al llegar enarbolas la alegría, la dedicación, el apoyo total. No se cuantos padres pasan como vos, largos ratos en la alfombra con sus juegos, siguiendo el derrotero de su imaginación, atento, alegre, volviéndote un poco niño. . Y ahora sacas la guitarra, que asi apenas con un punteo chiquito, mezclado con los deditos de tu hijo, una vez más me enamora.

Bello año 2018, gracias. Buen augurio para el 2019.

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